El presidente Mauricio Macri y el gobernador Juan Schiaretti ratificaron ayer la buena sintonía por la que atraviesan al prodigarse elogios mutuos en el marco de la inauguración de una planta reductora de presión correspondiente al gasoducto de Sierras Chicas, obra a cargo de la empresa brasileña Odebrecht.
Ésta volvió a ser noticia en las últimas horas porque se conoció que, en el marco de las investigaciones por hechos de corrupción en Brasil, habría depositado US$600 mil en una cuenta en Suiza correspondiente al actual titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), Gustavo Arribas.
Respecto de la obra, es la primera que se inaugura relativa al megaproyecto de gasoductos, iniciativa que apunta a gasificar prácticamente toda la provincia, cuyo presupuesto orilla US$900 millones.
Durante la inauguración, ante unas 300 personas en el predio en el ingreso a la ciudad de La Calera, Macri defendió su política energética y dijo que con el “histórico” acuerdo de Vaca Muerta, Argentina volverá a “exportar energía” al mundo, permitirá que el país se “llene de fábricas” y reiteró la expresión “una revolución del empleo”.
“Córdoba es la cuna de la idea de cambio que toma vigor en Argentina”, dijo el mandatario, y además aseguró que “necesitamos que los cordobeses empujen el país hacia adelante. Acá nació el ‘sí se puede”.
El jefe de Estado elogió a Schiaretti y ratificó el apoyo financiero de la Nación para esa obra. De hecho, el Gobierno nacional aportará 33 por ciento de los fondos.
Por su parte, Schiaretti agradeció a Macri y, con gesto distendido, lo abrazó en varias oportunidades, señal evidente de la buena relación entre ambos que ha redundado en la llegada de fondos a Córdoba en diferentes frentes.
En cuanto a la obra, demandó una inversión de $18,1 millones y tiene por objeto reducir la presión del fluido entre el gasoducto de entrada y el de salida de la estación, convirtiéndose en el primer paso para llegar a la red de distribución domiciliaria. Beneficiará a 20 mil vecinos de La Calera.