Tras veintiún días de protestas de las entidades agropecuarias, los camiones volvieron a circular libremente por las rutas argentinas. El paro no impactó sólo con fuerza en la órbita de la economía, sinó que -fundamentalmente- redibujó el mapa del poder político a poco más de cien días de las elecciones nacionales (fue, por ejemplo, notoria la ausencia del Gobernador cordobés en el discurso que el martes dio Cristina en Plaza de Mayo).
Asamblea en Gualeguaychú
Gualeguaychú, símbolo mediático de la intransigencia ruralista, fue el marco donde se anunció la suspensión por 30 días del lockout agropecuario, durante el desarrollo del denominado “Encuentro Federal Agropecuario”.
Adelantado el lunes, luego del anuncio de las medidas orientadas a los pequeños productores, ayer se confirmó el impase que el campo le dará a su plan de lucha. El encargado del anuncio fue el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, quien aclaró: “seguiremos en estado de alerta y movilización” para “garantizar los anuncios” realizados por el ministro de Economía, Martín Lousteau. Llambías señaló que “buscaremos elaborar una agenda para solucionar temas como la carne, la leche, los granos y las economías regionales”.
Por su parte, el representante de Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina (FAA), Alfredo De Angeli, cuando anticipó que los productores harían “un alto” en el lockout, mientras pidió “disculpas a los pueblos que se quedaron sin alimentos” por los cortes de ruta. En tanto, Fernando Gioino, titular de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) resaltó “la unidad de las entidades del campo” en el conflicto, sostuvo que el sector “es patria, salida, desarrollo y trabajo para nuestra gente”.
A su turno, Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), coincidió con Gioino al señalar que la entidades del campo “estuvimos juntas”, y destacó que la Argentina “está mejor y salió del infierno, como dice la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), gracias al campo”. “Con estrategias diferentes -siguió- vamos a trabajar juntas las cuatro entidades del campo, para darle más rentabilidad a las economías regionales”.
Números y diálogo
Por su parte, Eduardo Buzzi, titular de la FAA, utilizó parte de sus palabras para despegarse del mote de “golpistas” con el que fueron caracterizados los ruralistas por su metodología de lucha. Buzzi aclaró irónicamente: “mi apellido se escribe con zeta, a diferencia del genocida de Tucumán”. Relató que “acá en el acto está Mariano Bondone, de Bell Ville y de la Federación Agraria de Villa María, que fue secuestrado el 23 de marzo de 1976 y trasladado a Sierra Chica”.
Por otra parte, Buzzi señaló que durante el lockout de 21 días “no faltó leche” en el país y reconoció la creación de una Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar “porque al fin (algún gobierno) reconoce a los pequeños y medianos productores”, y resaltó que “abrimos una etapa para discutir un sector agropecuario próspero”.
El detonante de la pelea fue el pasaje de las retenciones de soja con alícuotas fijas a otras móviles. A