Aunque las entidades del campo levantaron su protesta, por lo menos hasta que el viernes decidan cómo continuará, grupos de productores autoconvocados e inorgánicos a las decisiones de la Mesa de Enlace, quedaron en cerca de 100 puntos de las rutas de seis provincias.
A estos cortes se sumó el lock out de los empresarios del transporte. Con pérdidas millonarias por no facturar por tres meses, ya que los ruralistas no comercializaban granos y ahora los “autoconvocados” impiden el paso de determinadas cargas, decidieron “patear” el tablero y desde ayer pararon totalmente su actividad aguardando poder restaurar sus servicios.
Mientras las manifestaciones urbanas buscan irrumpir en el espacio público para visibilizar un conflicto, la puja social llevada a las rutas, toma características de lucha por el control de los flujos de mercancías. En ese orden se ubican las principales y más profundas consecuencias del enfrentamiento por el tema de las retenciones. No deja de resultar paradójico que el monto en disputa entre el Gobierno y los ruralistas es varias veces menor al impacto generado por el conflicto en la economía en su conjunto. A tal punto que desde la UIC advirtieron que para este fin de semana la mitad de la producción cordobesa estaría comprometida; bien por falta de insumos o bien por la imposibilidad de “sacarla de las fábricas”.
La situación aparece tanto más difícil en la víspera de un fin de semana “largo”, por el feriado del “Día de la bandera” que se adelanta para el próximo lunes.
El peso de los combustibles
Con los precios del petróleo mundial en alza, entre otras cuestiones por la disminución de las reservas de EEUU y la debilidad del dólar, la falta de combustibles en Argentina se achaca no sólo a los cortes de ruta: desde varios sectores advierten que hay desvíos de hidrocarburos hacia la exportación.
Por su parte, las petroleras culpan a los cortes y advierten sobre las posibilidades de desabastecer incluso a los aviones.
Lo cierto es que al aumento de entre el 2 y el 4 por ciento de las últimas semanas, se suma ahora el desabastecimiento de combustibles. Este es especialmente grave en nuestra provincia, además en Santa Fe, Entre Ríos, el Conurbano bonaerense y en la Capital Federal.
El combustible tiene un fuerte efecto sobre el resto de las actividades de la economía. Por ejemplo, en Córdoba ya se decidió restringir la frecuencia del transporte público de pasajeros. Al respecto, Marcelo Trento, vocero de la Tamse, advirtió que el combustible atesorado (unos 60.000 litros) permiten el trabajo por dos días más. La Coniferal tendría, según voceros, garantizado el flujo de gasoil para no más de tres días.
“Más de la mitad de las estaciones de servicio de Córdoba no tiene combustible en este momento”, aseguró ayer Raúl Castellanos, titular de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines y la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República. “El personal se sostiene a pérdida, las estaciones están sin trabajar y evidentemente no hay mucho más margen. De seguir esta situacion, muchas estaciones suspenderán personal”, destacó el dirigente.
Alimentos e industrias
Las empresas asociadas al Centro de la Industria Lechera advirtieron que la continuidad de los bloqueos de rutas traerá como consecuencia inmediata e inevit