ESCUCHAREl ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, admitió que la deuda con los importadores alcanzó US$10.000 millones, y lo adjudicó a políticas del gobierno anterior.
El funcionario aseguró que en la Casa Rosada preparan medidas para comenzar a saldar el pasivo con las empresas que necesitan importar insumos y productos.
El rojo con los importadores de bienes y servicios se disparó en los últimos dos años debido a que el Banco Central no liberaba divisas con fluidez, por la fuerte caída de las reservas internacionales.
Sin embargo, la mayor aceleración ocurrió a partir del 25 de octubre, cuando se vislumbraba que Mauricio Macri podría ganar. Debido a que en su plataforma se incluía la devaluación, los importadores comenzar a acelerar sus compras y el pago de ellas, con el objetivo de “alivianarse” antes de que se disparara el tipo de cambio. Se trata de la acción inversa a la implementada por los sectores agroexportadores, que intentaron demorar lo más posible sus ventas al exterior, a la espera de un dólar más “apetecible”.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso de Prat Gay, había informado la semana pasada que el Central adeudaba unos 5.000 millones de dólares, pero Buryaile reveló que el número es el doble. Hacienda y Finanzas licitará en las próximas horas 2.000 millones de dólares en Bonar 2016, que serán destinados al pago de la deuda con los importadores, quienes serán los únicos que podrán suscribir este título.
