ESCUCHAREl gobernador Juan Schiaretti y el presidente de Fiat Auto Argentina, Cristiano Rattazzi, coincidieron ayer en criticar diferentes aspectos de la política económica del Gobierno nacional en el marco del acto de relanzamiento de la planta de Fiat en Córdoba.
Aprovechando la ausencia de la presidenta Cristina Fernández o de alguno de sus ministros (el titular de Interior, Florencio Randazzo se bajó a último momento), Schiaretti y Rattazzi utilizaron la tribuna colmada de empresarios y medios de prensa y luego las declaraciones al término del acto, para cargar contra el Gobierno nacional.
En ese marco, el mandatario provincial arrancó su discurso resaltando la importancia de la industria automotriz para Córdoba. No obstante, acto seguido, arremetió con fuerza y prometió “defender con uñas y dientes” las economías regionales y “todos los complejos productivos como el agroalimentario”, en clara alusión al sector que hoy se ve perjudicado por el esquema de retenciones móviles. La posición que podría pasar por un reclamo lógico, no pasó inadvertida en el marco de las diferencias con la Nación por las retenciones y más aún luego de repetir en tres oportunidades y casi al mismo tiempo el frase “con uñas y dientes”.
Más tarde, y en diálogo con la prensa, Schiaretti volvió a reinvindicar su postura intermedia en relación con el esquema de aranceles móviles que hoy se debate en el Congreso. Asimismo, minimizó la ausencia de la presidenta Cristina Fernandez, tema sobre el que evitó profundizar.
Por lo demás, el mandatario elogió algunas medidas del Gobierno nacional para con el sector automotor -enumeradas por el secretario de Industria, Fernando Fraguío en su discurso- aunque también reclamó un urgente acuerdo con la Unión Europea.
En cuanto a Rattazzi, sorprendió en su discurso con una clara alusión hacia ciertas políticas “con demasiadas regulaciones” y habló de un sistema impositivo distorsivo. La posición, luego confirmada en rueda de prensa, abundó en expresiones contra las retenciones y un reclamo generalizado por reemplazar ese tipo de tributos por el impuesto a las Ganancias, postura asumida hace tiempo por el empresario.
