Cayó a 5,7% en el último trimestre, según el Indec. En Córdoba, bajó a 5,5%. Sin embargo, se mantuvo alto el empleo demandante y también la subocupación, señales inequívocas de que los ingresos no alcanzan. El panorama será otro en 2024, por impacto de la recesión
El desempleo cayó a 5,7% en el último trimestre de 2023 y se mantuvo en mínimos históricos. En tanto, la tasa de desempleo bajó 0,6 punto porcentual respecto a los últimos tres meses de 2022 y se mantuvo frente al tercer trimestre de 2023, cuando los desocupados representaban 6,3% de la población activa, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Cabe señalar que de los 29,5 millones de personas que componen los 31 aglomerados urbanos de Argentina, 48,6% representa a la población económicamente activa (PEA), mientras que la tasa de empleo (TE) -que mide la proporción de personas ocupadas con relación a la población total- se ubicó en 45,8%.
La tasa de subocupación resultó de 10,5% de la PEA, mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, 11,3% de la PEA. Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles alcanzó 27,4% de la PEA.
La desocupación, en niveles mínimos
Del total de desocupados, el 6,1% es mujer y sólo 5,4% es varón. En tanto, las regiones que mostraron mayor tasa de desocupación fueron el Gran Buenos Aires y la Pampeana, con 6,5% y 5,6%, respectivamente. Al mismo tiempo, se destaca que la región con menor TD fue Patagonia (3,4%).
Sin embargo, la consultora de Recursos Humanos GhidiniRodil considera que la medición del Indec “no reflejará la realidad del mercado laboral”, ya que no mide el empleo informal, que a su parecer es el que crece. Además, prevé que en 2024 la desocupación formal crecerá por las “desvinculaciones del sector público y del sector privado más castigados como es la venta minorista, la gastronomía, la construcción y el consumo en general” y añade: “La realidad actual nos muestra una foto similar a la de años anteriores donde se ve un mercado laboral estancado y mediocre”.
En resumen, el mercado laboral está sumergido en una recesión económica y “agoniza” a la espera de la decisión que tome Diputados sobre el DNU, que contempla un nuevo marco laboral “trabado judicialmente”, evalúa la consultora.
Asimismo, hace hincapié en lo deprimido que quedaron los salarios frente a la inflación, que en la mayoría de los casos, “pierden por KO” y asevera: “Por ahora, las expectativas por delante siguen siendo grises por la situación económica, la recesión y la inflación”.
En tanto, entre la PEA sobresalen los siguientes datos:
73,7% es asalariado -de ellos, 35,7% no cuenta con descuento jubilatorio-, mientras que 22,6% trabaja por cuenta propia, 3,4% es patrón y 0,3%, trabajadores familiares sin remuneración.
Entre los asalariados ocupados, 5,2% utilizó sus propias maquinarias/equipos para realizar su trabajo. Al mismo tiempo, del total de ocupados, 8,3% trabajó desde la vivienda.
Si se analiza la población ocupada por nivel educativo, más de la mitad de las personas ocupadas (59,6%) cuenta con estudio hasta secundario completo, mientras que 40,4% restante tiene estudio superior y universitario (completo o incompleto).
En lo que respecta a la calificación de la ocupación principal, 54,9% corresponde a un empleo operativo; 17,5% a calificación técnica; 16,7% a no calificado; y 10,5% a profesional.