Las escalas de facturación vigentes en el monotributo no sólo ponen de manifiesto la inequidad del sistema sino que, además, requieren la puesta en marcha de nuevos topes, tras diez años sin que los mismos hayan sido modificados.
Así lo advirtió la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas.
La falta de reconocimiento del efecto inflacionario durante una década pone en evidencia la discriminación hacia aquellos que tienen menor capacidad contributiva, se indicó.
Con la premisa de mitigar el efecto que significa el salto del monotributo al pago de IVA y Ganancias, la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, a través del Consejo Profesional porteño, elevó una propuesta de modificación legislativa.
Esta iniciativa incorpora, en el caso de servicios, tres categorías a las ya existentes, previendo ingresos brutos anuales de 96.000, 120.000 y 144.000 pesos, respectivamente.
En la actualidad, la máxima categoría para servicios es la E, y el tope de facturación para estar incluido apenas de 72.000 pesos anuales.
Y hace lo propio para el resto de las actividades, con la incorporación de cinco categorías: 120.000, 144.000, 192.000, 240.000 y 288.000 pesos, según consigna el documento.