El gobierno nacional pidió que Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires limiten su consumo de agua por la bajante del Paraná, la mayor en 77 años.
El fin de semana, el río descendió otros 13 centímetros frente al puerto de la capital entrerriana, lo que configura la peor situación hídrica desde 1944.
Ante esta situación, el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) solicitó que los habitantes de aquellas jurisdicciones ahorren agua en el consumo diario y que almacenen el agua de lluvia para regar.
El Paraná también bajó a la altura de las ciudades entrerrianas de Diamante y La Paz y se mantiene lejos de sus niveles normales frente a Victoria.
El Instituto Nacional del Agua (INA) indicó que la tendencia descendente continuará al menos durante los próximos tres meses.
También sostuvo que se esperan impactos en las tomas de agua para consumo urbano, para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales.
Exportaciones
La histórica merma de la vía por donde se despacha el grueso de las exportaciones argentinas comienza a traer serios problemas para el embarque de mercaderías, con el consiguiente aumento de los costos logísticos, de transporte e industriales.
“Lo que sucede en el río resulta determinante para que la logística pueda desarrollarse de manera eficiente. La situación actual presenta un panorama complicado”, aseguró la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que estimó un aumento de costos para realizar los embarques en US$ 315,1 millones.
El principal factor que encarece la exportación es la menor posibilidad de carga de los buques que amarran en los puertos fluviales.
Si bien algunos barcos de gran calado pueden completar sus cargas en otros puertos, a un gran número de menor envergadura no le resulta rentable hacerlo, por lo cual sale con un volumen más pequeño al previsto.
“Calculando de forma análoga para cada tipo de buque, para cada uno de los seis meses bajo análisis, con sus correspondientes pérdidas promedio de acuerdo al calado imperante, se obtuvo un total de mayores costos de U$S 184 millones por el denominado falso flete”, precisó al respecto la BCR.