ESCUCHARLa decisión fue adelantada por el gobernador de Mendoza. El proyecto incluirá un capítulo fiscal y -además- una reforma laboral y de la fórmula de movilidad previsional, entre otros puntos. Además, se mantendrán las facultades delegadas, aunque acotadas. El texto es la llave para avanzar en un alivio fiscal a las provincias y para el futuro “pacto de mayo”
El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, adelantó que el principal funcionario político de Javier Milei le informó que el Gobierno les enviará un borrador de la “ley ómnibus” reversionada a todos los mandatarios y a los bloques del Congreso antes del fin de semana, por lo cual podrían despejarse en breve las dudas sobre la letra chica, especialmente en torno al piso y las categorías de Ganancias -que pasaría a denominarse “Altos Ingresos Personales”-; la nueva fórmula previsional; y la inclusión -o no- de la reforma laboral que hoy forma parte del DNU de desregulación pero está frenada por la Justicia.
“Tengo entendido que va a haber un borrador en el día de mañana (por hoy), o pasado, y que nos lo van a girar a los 24 gobernadores, a los diputados y a los senadores.
“Por ahora no hay precisiones al respecto”, dijo ayer el mandatario radical a periodistas acreditados en la Casa Rosada, a la salida de su encuentro con Francos que se había realizado entre las 10 y las 11 de la mañana. Cornejo no había podido estar por cuestiones de agenda en el encuentro con sus pares, y ayer se acercó al despacho del ministro para ponerse en sintonía.
Cornejo no pudo brindar detalles sobre la nueva versión de la “ley ómnibus”, dijo, porque Francos no estaba en condiciones de otorgárselas.
Sin embargo, fuentes oficiales de la Casa de Gobierno adelantaron que incluirá los nueve capítulos con aproximadamente 190 artículos, basados en el bosquejo que les entregaron Posse y Francos a los gobernadores el viernes pasado.
Incluiría una nueva fórmula previsional -luego de que se frustró la sesión especial en Diputados impulsada por Miguel Pichetto para tratar una propuesta propia-, pero el pacto fiscal se presentaría en paralelo.
“Probablemente sean dos cosas separadas”, deslizaron las fuentes.
El impulso a una reforma laboral es una de las principales incógnitas sobre la agenda del oficialismo. Circularon versiones fuertes la semana pasada de que Milei evaluaba incluirlo en el proyecto de ley para darle mayor legitimidad, para cumplir el pedido del FMI para que busque “consensos” con el resto del arco político y lograr que avance tras el freno que le puso la Cámara del Trabajo a partir de las medidas presentadas por los gremios de la CGT.
La semana pasada, en el documento que le entregó a los gobernadores, el Gobierno había incorporado un punto específico sobre el blanqueo de trabajadores informales, pero sin mayores aclaraciones. En tanto, en la Casa Rosada no informan aún si copiarán la reforma del DNU completa para sumarla a la “ley ómnibus”, o será un apartado menos ambicioso.
En el paquete de alivio fiscal, la reedición del impuesto a las Ganancias conllevaría nuevas escalas para mejorar la aplicación y un ajuste atado a la inflación, deslizaron a grandes rasgos sobre la letra chica.
El borrador estaba a punto de salir -no se descarta que se enviara anoche- y por la tarde los principales encargados de elaborarla ya pulían detalles de la redacción.
Tiempos
“La idea es que vean una propuesta ahora y empecemos a trabajar sobre eso”, dijo un funcionario. Además, buscan evitar mayores dilaciones, en medio de los pedidos de celeridad de parte de los bloques opositores. La solicitud de una sesión en Diputados para tratar la actualización para los jubilados fue una señal fuerte en ese sentido, y en los ministerios tomaron nota.
Es posible que a partir de la semana que viene convoquen nuevos encuentros con los gobernadores -podría ser nuevamente en conjunto, o por regiones-, y quizá se elija la vía de la videoconferencia para intercambiar sobre la propuesta más tangible que les presentó el Ejecutivo hasta ahora.
Mientras tanto, aún no tenían definida la técnica legislativa que aplicarán. Por ejemplo, los libertarios encabezados por Martín Menem no decidieron si harán un llamado a un plenario de comisiones, como en el primer tramo de las discusiones; o si convocarán a cada una por separado, lo cual podría demorar los tiempos. Se inclinan por la primera opción.
Por ahora no está claro que el Gobierno tenga los votos.
Por lo pronto, recompusieron el vínculo con el cordobés Martín Llaryora y con el santafecino Maximiliano Pullaro. Ahora terminaron de sumar a favor al mendocino Cornejo, líder de una parte importante de la UCR, quien ratificó que está dispuesto a acompañar al oficialismo en la nueva etapa que incluye también el tratamiento de un paquete de alivio fiscal y el polémico DNU de desregulación.
Cornejo se mostró especialmente a favor de reincorporar la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, al contrario de los gobernadores patagónicos, a quienes dijo “entender” sin dejar de mostrar su desacuerdo. “La mayoría de las provincias creemos que debe restablecerse”.
“El ministro no dijo si iba a sumar la reforma laboral en la ley, tampoco lo hablamos. Pero la relación laboral también debe pasar por el Congreso. Si queremos crecer sostenidamente no se logra sólo con equilibrio fiscal, sino que también hay que hacer reformas que sean aprobadas en el Congreso”, marcó su posición Cornejo.
Sin embargo, dijo que está dispuesto a ayudar al Gobierno a que se mantenga vigente el DNU que los opositores más distantes de la izquierda y el kirchnerismo intentan voltear.
Las posiciones están divididas en la UCR. Cornejo está alineado con el titular de la bancada radical, el cordobés Rodrigo de Loredo, y de la vereda opuesta se encuentran Martín Lousteau y Facundo Manes -muy críticos del Gobierno nacional- quienes ya adelantaron que no acompañarán la cruzada por el decreto de Milei, que consideran inconstitucional.
Fracasó la sesión por cambios previsionales
En paralelo al encuentro de Francos y Cornejo, la posición de apoyo a los libertarios entre los correligionarios ganó la pulseada, cuando se cayó por la sesión especial que había pedido Miguel Pichetto con apoyo del kirchnerismo, la CC de Elisa Carrió y los radicales críticos de LLA para tratar un proyecto alternativo de reforma previsional. Fue un triunfo para el ala del gobernador mendocino, que quiere darle herramientas a Milei para gobernar y se ubica cada vez más distante del sector que lidera Lousteau.
