La Oficina del Presidente Electo confirmó que Eduardo Rodríguez Chirillo estará a cargo de la Secretaría de Energía de la Nación. El anuncio fue a través de la red social X. La cartera estará bajo la órbita del Ministerio de Infraestructura, al mando de Guillermo Ferraro.
De esta manera, se confirmó el anuncio que había realizado Ferraro durante la semana pasada, que también tendrá bajo su tutela las secretarías de Transporte, Obras Públicas, Minería y Comunicaciones.
El designado secretario es un consultor especializado en energía con una amplia trayectoria tanto en el país como en México y España, con un paso por la administración pública local como asesor de esta área en la Presidencia de Carlos Menem y del Ministerio de Infraestructura en la de Fernando de la Rúa, en ambas ocasiones colaborando con Carlos Bastos.
El futuro ministro Ferraro señaló recientemente que “Rodríguez Chirillo es quien desde hace tiempo viene trabajando en materia energética”.
Socio fundador de la consultora internacional ERC, especializado en electricidad, energías renovables, gas y petróleo, Chirillo fue consultor a mediados de los ’90 de la Secretaría de Energía y, en su experiencia internacional, se desempeñó en Gauss Energía y en Iberdrola, considerada una de las firmas líderes en energías renovables.
Antes de las elecciones mantuvo “una reunión muy productiva” con las autoridades de la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), cuyo presidente, Santiago Sajaroff, rescató en declaraciones a Télam el “intercambio de ideas” con el futuro funcionario.
En cuanto a los subsidios a los servicios de energía eléctrica y gas, en su disertación en el Club del Petróleo se mostró partidario de realizar una Revisión Tarifaria Integral (RTI) y restructurar el sentido de las transferencias, que irán en cabeza del consumidor y no de las empresas.
Como parte de las negociaciones tarifarias dejó abierta la posibilidad de incluir en la ecuación una extensión de los contratos, a fin de atenuar el impacto de los aumentos.
En línea con los postulados de MIlei, expresó su convicción de liberar el mercado energético, pero con un período de transición para “amortiguar el impacto en el consumidor final”.