ESCUCHAREl también ex diputado bonaerense por el Partido Renovador reclamó que Macri no ha cumplido aún con su promesa de impedir el abuso de posición dominante. Aseguró que del 1 de marzo a esta parte hubo numerosas denuncias al respecto. Cree que se debe regular el comercio
El vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) y ex diputado bonaerense por el Frente Renovador, Jorge Solmi, criticó en los últimos días al Gobierno nacional por no aplicar sanciones, al responsabilizar a las industrias lácteas y a los supermercados por la crisis que atraviesan los tamberos debido al bajo precio que perciben por la leche cruda.
En diálogo con Comercio y Justicia, Solmi se expresó respecto a la posibilidad de incorporar a la cadena comercial al debate sobre posibles soluciones, entre otras cuestiones.
-El miércoles va a haber una reunión en la Cámara de Diputados en la que se tratarán algunos proyectos de lechería y ha trascendido que se va a incorporar a la discusión a integrantes de la cadena comercializadora. ¿Qué opinión le merece?
-Nosotros siempre pedimos que se integre a la cadena comercializadora no sólo en el rubro lechería sino en muchos otros, porque la diferencia que existe entre lo que se le paga al productor y el precio que se publica en góndola es muy grande inclusive en productos que requieren muy poca transformación y nadie se explica de dónde sale el precio.
-¿Ustedes tienen una teoría respecto de cómo se origina esa brecha?
-Claro que la tenemos. Nosotros sostenemos que cuando se concentra la economía, esos sectores concentrados son los que empiezan a distorsionar los precios. Y la manera de solucionar eso es dándole transparencia a la cadena. Hace años que venimos reclamando claridad en la formación de los precios de los alimentos como frutas, verduras, lácteos y carnes. Un queso Port Salut de La Serenísima se vende a 265 pesos el kilo en un supermercado en Buenos Aires. ¿Cómo llegamos a ese precio partiendo de cuatro pesos el litro de leche que se le paga al productor? Alguien tiene que dar una respuesta a eso. Yo no sé si el ámbito es el Congreso. El ámbito debería ser el Ejecutivo. Además, deberían funcionar los organismos -como existen en otros países (europeos)- que son los observadores de formación de precios de los alimentos (nosotros en la provincia de Buenos Aires tenemos una iniciativa parlamentaria en ese sentido) y debería ser la Dirección Nacional de Defensa de la Competencia que hasta ahora no ha hecho nada.
– ¿Funciona esa institución?
-El 1 de marzo, el presidente (Mauricio) Macri anunció en su discurso de inauguración de sesiones ordinarias del Congreso que no iba a permitir el abuso de posición dominante de ninguna empresa. De entonces a la fecha no ha habido ninguna sanción. Y desde esa fecha, posiciones de abuso y denuncias han habido muchas. El Gobierno llama a mesas de diálogo, pero para eso está Mirtha Legrand. El Gobierno debe demostrar autoridad y sancionar.
-Que convoquen a la cadena comercializadora a estas mesas de dialogo ¿genera expectativas o nada?
-Ojalá funcione. Muchas cosas que ha planteado el Congreso luego han sido tomadas por el Ejecutivo, como fue el caso de las pymes. El Congreso sancionó una ley pyme que contempla políticas diferenciadas. Ojalá suceda con esto también, pero yo a esta altura no veo al Gobierno con muchas intenciones de sancionar a las economías concentradas.
–Hay un sector de los productores tamberos que no encontraron lugar en ninguna de las entidades del campo y terminaron buscando refugio en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). ¿No suena raro que los tamberos busquen representatividad en una entidad que es comercial en primera instancia, siendo que son el sector con el que tienen diferencias, al menos en la conformación del precio del producto?
-Claro que suena raro, pero hay que tener en cuenta que en el sector tambero hay una atomización enorme y creciente. Creo que eso es lo peor que les puede pasar. Eso y las consecuencias de la concentración en la industria y en la comercialización, las respuestas cartelizadas que le da la industria, porque si uno le vende leche a una industria no le puede vender a otra; es decir, un tambero no puede abastecer a dos industrias diferentes, todas estas situaciones se dan porque el tambero está dividido. Sería bueno hacer los esfuerzos necesarios para encontrar los puntos de coincidencia para que tuviesen la mejor representación. Pero no es sencillo. Hay muchos beneficiarios de la división también y no se da sólo en la lechería. Los productores debería tratar de ponerse a salvo de esas jugadas, pero en los momentos terribles que están pasando hoy, donde no saben cómo llegar al día de mañana, lo que menos se les puede achacar es el problema organizativo. Aquí lo que debe hacer el Gobierno es ponerse del lado de ellos, de los que producen y trabajan. Y yo no sé si el Gobierno ha tomado esas decisión. Todo indica que ni las fábricas ni las grandes superficies comerciales están dispuestas a tener algunas regulaciones en cuanto a los precios, y yo creo que por ahí pasa la solución definitiva. Hay que ponerle el cascabel al gato y regular el comercio de las grandes superficies.
