El Gobernador ratificó una vez más que la inversión en obra pública se mantendrá como estrategia anticíclica. No obstante, reconoció que algunos proyectos se revisarán a tenor de la crisis. Con todo, hoy son pocas las licitaciones en marcha y por montos menores. Las demoras en la aprobación de expedientes del Tribunal de Cuentas, hoy con mayoría opositora, termina “favoreciendo” al Gobierno
El plan de trabajos públicos que el gobernador Martín Llaryora insiste en confirmar, con una inversión estimada para este año de 700 mil millones de pesos, se contradice con una coyuntura económica adversa en la que aparecen obligaciones ineludibles como salarios, jubilaciones y asistencia social que si bien en el primero de los casos se ajustó, tienen que lidiar con una recaudación en baja, la quita de subsidios al transporte y la falta de envío de fondos para atender el déficit de la Caja de Jubilaciones.
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