ESCUCHARLa rentabilidad de los exportadores agropecuarios argentinos creció en mayo pasado un 0,9% con respecto a igual mes de 2008, según el índice de Competitividad Precio Efectiva (Icopesa) que mide la consultora Economía & Regiones.
Asimismo, según el estudio, el Icopesa se incrementó un 48% con respecto a diciembre de 2008 y un 7,7% por sobre el nivel de la salida de la convertibilidad, es decir, si se lo compara con diciembre de 2001.
“Este avance se debe principalmente a tres factores”, según le explicó a Comercio y Justicia Mario Sotuyo, asesor económico y financiero de la consultora privada. “Fue sustentado con la depreciación del tipo de cambio nominal, que mostró un retroceso del 8,7% (subió $3,42/US$ en diciembre de 2008 a $3,72/US$ en mayo de 2009), y en los incrementos en los precios internacionales del poroto de soja que creció un 32%; del aceite de soja (24%); de la harina de soja (39%); del trigo (16%); del maíz (14%) y de la carne (8%)”, indicó.
“Por el contrario, jugaron en contra las caídas en los precios del aceite de girasol (23%) y del cuero (15%), aunque no fueron lo suficientemente determinantes para revertir el resultado”, explicó.
En el mismo sentido se expresó Juan Manuel Garzón, del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea, quien además indicó que a la salida de la convertibilidad “los precios de los commodities estaban muy bajos. Hoy están altos en términos históricos, pero más allá de eso, considerando las retenciones y todo, la rentabilidad sigue siendo positiva”.
Asimismo, Sotuyo explicó que entre diciembre de 2008 y mayo de 2009 los costos de producción del poroto de soja, del maíz y del trigo se redujeron en promedio 10,5%, mientras que los del aceite y harina de soja y aceite de girasol cayeron 7,8%, “lo cual también contribuyó a que mejorara la competitividad precio efectiva del sector”.
“Esta baja de los costos de producción se sustentó en la reducción de los precios de los abonos y fertilizantes nacionales (14,2%) y de los abonos y fertilizantes importados (35,2%)”, agregó.
Sin embargo, el estudio destacó que, para igual período, los costos de producción de la carne y el cuero aumentaron, en promedio, 6,1% y 6,6% “porque son más intensivos en el uso de energía y mano de obra, que crecieron -en promedio- 9,2% y 5,1% respectivamente”.
