ESCUCHARLa Renga, la banda rockera de culto oriunda de Mataderos, Buenos Aires, colmó el Estadio Kempes el sábado pasado, en un concierto que reunió a más de 55 mil personas.
La expectativa por la llegada de la banda liderada por “Chizzo” Nápoli a la ciudad de Córdoba era importante. No sólo porque desde hacía varios años no llegaba por estas tierras sino porque el grupo contagia un magnetismo a fuerza de rock y energía al por mayor, fenómeno que genera, por ejemplo, la llegada de “tribus” de diferentes puntos del país que siguen al grupo a todas partes. En ese aspecto, el imán de La Renga, con la peregrinación y la previa, más allá del show, es lo más parecido a lo que generó en su momento el Indio Solari con sus Redonditos de Ricota.
Respecto al espectáculo, la banda de Mataderos completó un set contundente a lo largo de más de dos horas.
Tras un ingreso en moto hasta el escenario por una rampa especialmente diseñada, la novedad para la puesta fue el debut en Córdoba de un show en formato 360 grados, esto es, un escenario montado a la altura del círculo central de campo de juego, en el que los músicos se movían por todo el perímetro, con el “Tanque” en la batería al medio y girando a través de una tarima móvil.
En ese marco, el campo del Kempes lució a pleno y con los clásicos “pogos” que los temas de la banda invitan sin pausa.
Además, estaban habilitadas la platea Gasparini, la Ardiles y la popular Willington.
A los clásicos de la banda y algún tema reciente, La Renga sorprendió casi al cierre al invitar al coro de niños de escuelas rurales de San Marcos Sud, Saira, Chilibroste y Justiniano Posse, de Córdoba, y Bouquet, de Santa Fe, para interpretar El Revelde.
“Gracias al profesor Ramiro Lezcano, es un capo. Un aplauso para él”, reconoció “Chizzo”, además de valorar el trabajo realizado por el proyecto que se originó para darle visibilidad a la problemática de los agrotóxicos, problema que afrontan diferentes localidades, en este caso del departamento Unión.
