La recaudación de Córdoba, cada vez más regresiva por la inflación

En 2022, Ingresos Brutos representó 75% de los ingresos tributarios propios, el porcentaje más alto en los últimos ocho años. Por contrapartida, el Inmobiliario y el Automotor, dos impuestos que gravan la capacidad patrimonial, registraron sus niveles más bajos desde 2015. Esa dinámica no cambiará en 2023

La recaudación tributaria de la Provincia de Córdoba reveló en los últimos ocho años una tendencia regresiva, entendida ésta como una pérdida de participación de los impuestos patrimoniales, en detrimento de los vinculados al ciclo económico y más aún ahora a la inflación, situación que llegó a su punto máximo en 2022.

Efectivamente, según datos de la ejecución presupuestaria anual elaborados por Comercio y Justicia , el año pasado, el impuesto a los Ingresos Brutos representó 75,84% de los ingresos tributarios propios, el más alto de la serie informada por el Ministerio de Finanzas desde 2015.

En la misma línea, el impuesto de Sellos explicó 10,17% de los recursos tributarios de Rentas. Si bien no fue el mayor de la serie, sí se ubicó por encima del promedio de los últimos ocho años.

Por contrapartida, tanto el impuesto Inmobiliario (Urbano y Rural) como el Automotor, registraron en 2022 las menores participaciones desde 2015.

Principalmente el Inmobiliario que el año pasado representó 10,85% del total de la recaudación impositiva provincial. Para tener una noción de la pérdida de peso dentro de los ingresos totales, en 2020 llegó a un pico de 14,82%. Como fuere, el resto de los años siempre se mantuvo por encima de 11 y de 12%. Si bien no aparece discriminado el Urbano del Rural, es muy probable que la pérdida de peso relativo del primero haya sido aún más importante.

En cuanto al Automotor , en 2022 representó apenas 3,16% del total, muy por debajo del 4% de 2020, el más alto de la serie. Sin embargo, el resto de los años se mantuvo en un rango promedio de 3,5% aunque nunca tan bajo como el año pasado.

Impuestos vs inflación

La evolución de la recaudación por impuesto es un claro reflejo de la situación económica y de una dinámica inflacionaria en ascens o y que ya en febrero de ese año y en la comparación interanual, alcanzó 102,5%, el valor más alto en los últimos 32 años.

Es que con semejante panorama, son los impuestos atados al ciclo económico y a los precios los que ajustan por esas variables, sin necesidad de tocar alícuotas.

Por el contrario, los denominados patrimoniales requieren una corrección de sus bases imponibles y valuaciones o bien revisar alícuotas, un mix que se aplicó en los últimos años para evitar “impuestazos”, tan impopulares como irritantes para los funcionarios de turno, siempre atentos al humor social del contribuyente.

Puesto en términos prácticos, Ingresos Brutos, como el IVA a escala nacional, son impuestos “invisibles” que aparecen camuflados en los precios de los productos o servicios que se adquieren.

Por el contrario, el Inmobiliario o el Automotor llegan mensualmente con el cedulón a cada contribuyente que puede cotejar su evolución y su impacto en el bolsillo.

En un contexto inflacionario, la política de la administración de Juan Schiaretti y también la del intendente Martín Llaryora, fue aumentar esos impuestos y tasas aunque en porcentajes muy por debajo de la inflación.

Esa situación se verificó particularmente en 2021 y el año pasado.

De hecho, en 2021 la inflación fue de 50,9% y el aumento promedio del Inmobiliario Urbano fue de 20% y del Rural de 40%.

En tanto, en 2022, la inflación llegó a 94,8% frente a un alza del Inmobiliario Urbano llegó hasta 49,5% y de 59% en el Rural.

Así, los incrementos fueron en todos los casos muy inferiores a la inflación registrada en los últimos dos años.

Todo hace suponer que este año la situación será similar . Para 2023, la suba promedio del Inmobiliario será de 44% y de 49% para el Automotor. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) previsto en el Presupuesto 2023 estima 60% para todo el año. Sin embargo, a juzgar por los datos del primer bimestre en que la inflación minorista ya acumula una suba de 13,1%, es difícil que la meta oficial se cumpla. De hecho, las diferentes consultoras contactadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que mide el Banco Central, ya dan cuenta de una inflación mayor al 100% en 2023.

De resultar así, la pérdida de peso relativo de los impuestos patrimoniales dentro de la recaudación impositiva provincial seguirá la misma tendencia en los últimos años.

Caída real

Por lo demás, la cada vez menor participación de los impuestos patrimoniales en la recaudación quedó reflejada en los datos de febrero pasado.

Según el Informe de Recaudación difundido por el Ministerio de Finanzas, los impuestos patrimoniales en su conjunto mostraron una caída real del 28%.

En ese marco, el Inmobiliario, que concentró en febrero 78% de este tipo de impuestos, registró un incremento interanual de 37% en términos nominales (-29% real), explicado por el incremento de 36% del Urbano y de 40% en el caso del Rural, ambos en términos nominales. El aumento nominal dispuesto en la emisión del Inmobiliario Urbano para el año 2023 fue de 44% promedio, recordó Finanzas.

Por su parte, el Impuesto Automotor mostró un aumento de 47% en términos nominales frente a febrero del año pasado, que en términos reales equivale a una baja de 24% interanual.

Esa cifra está por debajo del aumento nominal del impuesto para 2023, que es del orden de 49%.

La cada vez menor participación de los impuestos que gravan el patrimonio en detrimento de aquellos que gravan el consumo, genera una regresividad en la política tributaria en la que quienes mayor capacidad de riqueza demuestran, pagan cada vez menos en términos relativos en relación al conjunto de contribuyentes en general.