La actividad industrial cordobesa cayó en julio pasado, respecto de igual mes del año anterior, para 56% de las firmas consultadas para el relevamiento mensual que difunde la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
En tanto, para 22% de las encuestadas, la actividad se mantiene a niveles similares a los de julio de 2019, mientras que 18% lo vio incrementado.
La contracción por la pandemia impactó mayoritariamente en las microempresas: tres de cada cinco disminuyeron su actividad respecto al año anterior. A su vez, son las más afectadas por la interrupción en sus cadenas de pagos, lo que las lleva a vislumbrar un escenario negativo para el segundo semestre del año, “con una demanda interna estable o contraída y una disminución del stock de sus productos terminados”.
La situación entre las pequeñas industrias es un tanto mejor ya que muestra -según el informe de la UIC- un aumento en la actividad respecto del mes de junio, aunque sigue por debajo en las comparaciones interanuales.
Según la entidad fabril, 60% de las “pequeñas” consultadas está trabajando a entre 40% y 80% de su capacidad instalada. Su cadena de pagos comenzó a normalizarse y, con ello, “el cumplimiento de sus compromisos”.
Por su parte, las medianas están trabajando a entre 60% y 90% de su capacidad, rango que, debido a su amplitud, deja a igual cantidad de empresas que han mantenido o disminuido su nivel de actividad tanto para la comparación intermensual como interanual.
Finalmente, más de la mitad de las grandes asegura haber disminuido su actividad en relación con un año atrás. Operan a entre 50% y 80%, por lo que planean incorporar personal o aumentar las horas extras” en lo que resta del año.