El titular del Departamento de Política Tributaria de la Unión Industrial Argentina (UIA), Carlos Abeledo, abogó por una reforma fiscal que avance en los tres niveles de Gobierno y recordó que la presión fiscal del consolidado de Nación, provincia y municipios llegó en 2016 a niveles récord.
Abeledo expuso ayer en las jornadas organizadas por la Unión Industrial de Córdoba (UIC), en las que también disertaron el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, y el economista Gastón Utrera, presidente de Economic Trends, entre otros panelistas. Abeledo apeló a avanzar en una reforma posible y no ideal, a tenor de las necesidades concretas y de la situación que se busca abordar.
En ese marco, expuso diferentes cifras para demostrar el peso de la carga fiscal comparada con otros países pares en cada uno de los tributos y consideró que los principales problemas que enmarcan la situación tributaria tienen que ver con la inflación y la evasión.
Si bien habló de los tributos nacionales, puso especial énfasis en el impacto de Ingresos Brutos y de las tasas municipales a la actividad comercial, industrial y de servicios.
En el caso del primer tributo, recordó la suba de alícuotas que se fueron aplicando periódicamente desde 2002 a la fecha, en particular para las industrias.
En ese marco, centró sus críticas en las alícuotas agravadas a los contribuyentes foráneos y recordó la distorsión que esa situación genera y que, según advirtió, está ya cuestionada por la Justicia.
Aunque menor, el impacto de la tasa que grava al comercio y la industria también se suma al denominado efecto cascada sobre la cadena de producción y comercialización que determina un inevitable impacto sobre los precios finales.
Abordar cambios en esos tributos es clave aunque admitió que, al aportar ingresos sustanciales en cada uno de los distritos, las modificaciones no serán fáciles.
Propuestas
Por lo demás, Abeledo recordó el decálogo de medidas que propuso la UIA al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y que se asientan sobre cuatro ejes.
El primer punto es el fomento a la inversión, que incluye la promoción de inversiones en actividades productivas por medio de estímulos fiscales. También, la implementación de regímenes de deducciones de intereses sobre el capital propio destinado a la inversión. En la misma línea, armonizar alícuotas de Ganancias que pagan las empresas con otras regiones.
Además, incrementar el cómputo de pago a cuenta de cargas sociales con el IVA.
El segundo eje apunta a la eliminación de distorsiones, que incluye reimplantar el ajuste por inflación. “El revalúo es un avance dentro de lo posible. Recordemos de dónde venimos”, destacó Abeledo.
Asimismo, eliminar el impuesto al Cheque y derogar el de Ganancia Mínima Presunta. El tercer eje se vincula con racionalizar la tributación local, punto en el que se avanza en la revisión del régimen de coparticipación y el reemplazo de IIBB. También unificar y armonizar a tributación provincial y municipal.
Finalmente, el cuarto busca modificar el régimen penal tributario.