ESCUCHAR
Fuentes no oficiales indicaron que se adhirió 61% de los bonistas, apenas superior a lo esperado por el Ejecutivo. Provincias y municipios esperan el cierre para salir a financiarse
Tras una apertura de 45 días, hoy finaliza la operación de canje de deuda con los holdouts que emprendió el Gobierno nacional. Fuentes no oficiales estimaron que, a finales de la semana pasada, 61% de los tenedores de deuda en default se adhirió a la operación, apenas por encima de la meta de 60% propuesta por el Ejecutivo. Desde ayer, el ministro de Economía, Amado Boudou, evalúa con sus más cercanos colaboradores si dispone una nueva prórroga de la operatoria, para incrementar el número de adherentes y salir en forma definitiva de la cesación de pagos.
Según indicaron versiones -no confirmadas por el Ejecutivo-, hasta la última hora del jueves de la semana pasada ingresaron al canje 11.100 millones de dólares , 61% de los 18.300 millones de bonos que todavía estan en default.
La semana pasada Boudou aseguró que no se estaba evaluando una nueva prórroga del canje de deuda, aunque no cerró totalmente la puerta a esa posibilidad. El funcionario dijo: “No estamos pensando en extender la finalización”, pero aclaró también que entre ayer y hoy realizará “una evaluación” con su equipo y decidirá sobre una eventual prórroga.
Al comenzar este nuevo proceso de canje se esperaba un mayor nivel de aceptación por parte de los bonistas, pero tras el cierre del primer tramo para inversores mayoristas, cuando se alcanzó 46%, disminuyeron las expectativas. La crisis financiera internacional y las resistencias de varios fondos buitre de aceptar la nueva operatoria, impactaron en el resultado final.
La oferta del Gobierno retomó la hecha en 2005 por el ex presidente Néstor Kirchner, con una quita de 65% sobre una deuda elegible de 81.800 millones de dólares. En aquella oportunidad, el nivel de aceptación alcanzó 76%.
Ahora, si Economía consigue alcanzar 60% de adhesión sobre un total de 18.300 millones de dólares, se habrá canjeado 90% de la deuda que entró en cesación en 2001, con la caída de la convertibilidad.
Con este nivel de adhesión y tras dos oportunidades de canje, Boudou consideró que “no habrá justificaciones” para que la Justicia pueda hacer lugar a los pedidos de embargos que interponen los “fondos buitres” ante tribunales internacionales, en especial en Nueva York.
Además del Gobierno nacional, siete provincias -entre ellas Córdoba- y 30 municipios de todo el país esperan el resultado del canje porque de esa operación depende la posibilidad que tendrán de salir al mercado y conseguir fondos frescos para sus distritos.
