Según datos privados, la negociación de cheques de pago diferido creció 30% en junio. Además, por tercer mes consecutivo los préstamos a empresas traccionaron la suba del crédito al sector privado.
Si bien el financiamiento a empresas sigue lejos del nivel deseado y adecuado para el desarrollo del aparato productivo del país, los últimos datos privados revelan que mejoró levemente en los últimos meses. Por un lado, la negociación de cheques de pago diferido por parte de pymes alcanzó su récord histórico el mes pasado (94 millones de pesos). Por otro, el crédito al sector privado no financiero viene creciendo casi al ritmo de la inflación en los últimos 12 meses, en buena medida por el alza interanual que muestran los préstamos a empresas.
Según el último informe mensual del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (Cefid-Ar), el financiamiento a pymes en el mercado de capitales mostró un importante incremento en los últimos meses, fundamentalmente traccionado por los aumentos registrados en la negociación de cheques de pago diferido.
Esta última alcanzó su récord histórico el mes pasado y ascendió a 94 millones de pesos, 30% por encima de igual mes del año pasado. La mayoría de las 4.019 operaciones registradas en junio se hicieron bajo la modalidad de cheques avalados (97%).
De todas maneras, el financiamiento total cayó con relación a los mejores meses del año pasado, pues en junio no se registraron operaciones de fideicomisos financieros ni colocaciones de obligaciones negociables en el sector pyme.
El crédito a privados
Otro dato alentador para el sector productivo es que el crédito al sector privado no financiero mostró incrementos constantes durante los últimos meses, tanto el destinado a familias -que se deriva finalmente a consumo- como el dirigido a empresas. Según el análisis de Cefid-Ar, “por tercer mes consecutivo, el crecimiento registrado se explica en más del 50%” por las financiaciones destinadas a la producción.
En ese marco, los préstamos a empresas ascendieron a 60.553 millones de pesos y crecieron en junio 19% con relación a igual período del año pasado. En términos nominales, el alza prácticamente se nivela con la inflación y hubo fuertes incrementos en documentos (27%), la modalidad más importante para el sector.
Por su parte, el crédito a familias también mantuvo su ritmo de crecimiento el mes pasado y continuó apalancando el importante incremento del consumo que se registra en el país. Los préstamos a familias ascendieron a 72.300 millones de pesos y mostraron un aumento interanual de 19,4% en junio.
El análisis pormenorizado de los préstamos a familias revela que el consumo minorista -vía créditos personales y tarjetas- resultó el más apalancado por el sistema financiero. El financiamiento a través de tarjetas creció 36,8% en junio y los préstamos personales mostraron un alza de 19%.
Por su parte, y pese a los aumentos en las ventas de autos y viviendas que se registraron en los últimos meses, el crédito prendario creció sólo nueve por ciento en junio y los préstamos para viviendas se incrementaron 2,5%.
Es por ello que las cámaras empresariales de constructores y de comerciantes de vehículos han reclamado en los últimos meses por aumentos en el financiamiento a esos sectores, para aprovechar el clima económico que propicia la inversión en bienes durables.
Liquidez creciente
De acuerdo con los datos de Cefid-Ar, el análisis global de los créditos y depósitos al sector privado revela que el sistema financiero sigue tomando recursos a un ritmo bastante superior al que presta: mientras los préstamos crecieron en promedio 19,2% -a familias y a empresas-, los depósitos lo hicieron 22,5%.