Factura de Crédito Electrónica promete mejorar la calidad del crédito a pymes

El Gobierno reglamentó esa herramienta que forma parte de la Ley de Financiamiento Productivo. Comenzará a implementarse en enero y será obligatoria en todas las operaciones entre una pyme
y una gran empresa

Por Cecilia Pozzobon – [email protected]

El Gobierno nacional reglamentó el régimen de la Factura de Crédito Electrónica (FCE), que promete mejorar la calidad y reducir el costo de financiamiento para las pequeñas y medianas empresas.
Mediante tres resoluciones del Ministerio de Producción y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) publicadas ayer en el Boletín Oficial, se implementó este sistema que permitirá a las pymes contar con una nueva opción de financiamiento más accesible. Se trata de la resolución 209 de Producción, la 4366 Conjunta de esa cartera y de la AFIP, y la 4367 de ésta. De esta forma, las empresas podrán aumentar su productividad mediante el cobro anticipado de los créditos y de los documentos por cobrar.
“Esto es el resultado del trabajo conjunto entre el sector público y el privado para que las pymes cuenten con más y mejores herramientas de financiamiento, en un mercado transparente y con reglas claras”, afirmó el ministro de Producción, Dante Sica.
En tanto, el titular de la AFIP, Leandro Cuccioli, destacó que “la generalización de la factura electrónica conformada mejora el acceso al financiamiento y promueve la formalización en las cadenas de valor”, y consideró que “es un gran paso en la lucha contra la evasión y el acceso al crédito”.
Por su parte, el secretario de Simplificación Productiva, Pedro Inchauspe, explicó que “esta herramienta amplía sustantivamente la oferta de financiamiento a las pymes, transforma el crédito comercial en crédito financiero e impulsa el desarrollo del mercado de capitales local”.
En tanto, en diálogo con Comercio y Justicia, Iván Petrini -de Petrini Valores- indicó: “Esto va a mejora la calidad del crédito de las pymes, les va a dar certeza sobre los plazos de cobranza y les facilitará el acceso a los mercados de crédito”.

Comienza por el sector automotor
El régimen comenzará con el sector automotor, y permitirá que las empresas proveedoras del sector decidan cómo y con quién cobrar sus facturas. Así, a partir del 1 de enero próximo, en todas las operaciones entre una pyme y una gran empresa automotriz las FCE serán obligatorias; en cambio, entre las pymes, su utilización será optativa. Una vez que la automotriz valide y acepte la FCE, la pyme podrá elegir entre esperar el cobro por parte de la empresa grande o transferirla a una cuenta comitente registrada en la Caja de Valores. La factura conformada podrá, a partir de ese momento, ser negociada tanto en el sector financiero como en el mercado de capitales. A la fecha de vencimiento, la automotriz transferirá el importe al CBU de la Caja de Valores, que le pagará al inversor que la posea.
La autoridad de aplicación será la Secretaría de Simplificación Productiva. En el micrositio Factura de Crédito Electrónica se encontrará información detallada sobre el procedimiento.
En tanto, la AFIP emitirá alertas al domicilio fiscal electrónico de todos los actores involucrados como recordatorios de las acciones y plazos a cumplir.
La FCE es parte de la ley 27440 de Financiamiento Productivo, aprobada en Diputados en mayo pasado. Al momento de ser debatida, el capítulo referido a esta factura recibió el apoyo unánime de los bloques.

“Revolucionaria”
Iván Petrini, de Petrini Valores

Según Iván Petrini, el uso de la herramienta va a revolucionar el ámbito comercial porque va a equilibrar la relación entre las pequeñas y las grandes empresas, evitando así el abuso de éstas, que se financian con las pequeñas extendiéndoles las fechas de pago. También el ámbito jurídico, porque la factura va a convertirse en un título ejecutivo con el que se va a poder exigir el cobro; y el ámbito contable, porque se convierte en un pasivo exigible, lo que va a representar un desafío para contadores y auditores.

“Esperable”
Aníbal Casas, de S&C Inversiones

Por su parte, Aníbal Casas, presidente de S&C Inversiones, indicó a Comercio y Justicia que “era esperable que saliera primero para algunos sectores en los que fuera más fácil la implementación y que tuvieran cadenas de valor”. Aunque aseguró que “hubiera sido deseable que saliera también para el supermercadismo”, donde es más frecuente que los grandes se financien con las pymes mediante la demora de sus pagos.