ESCUCHAREl Gobernador de Córdoba admitió que habrá que acostumbrarse a una energía “cara”. En ese sentido, se buscará unificar criterios para hacer eficiente el impacto de la distribución del servicio. Se pretende adecuar normas a las nuevas tecnologías: renovables, autos eléctricos y consumo inteligente
El futuro marco regulatorio eléctrico provincial apunta a avanzar en una amplia y exhaustiva revisión de costos en la prestación del servicio para neutralizar en parte los efectos de una energía “cara” al tiempo que busca implementar una tarifa “equitativa” que incluya a EPEC y las cooperativas eléctricas.
El proyecto, que en unos tres meses desembarcará en la Legislatura, también propenderá a incorporar las posibilidades que se abren a partir del impacto tecnológico en el sector, desde la energía distribuida desde los hogares, las renovables en gran escala y el consumo “inteligente” que permite conocer en tiempo real la demanda de cada usuario para evitar pagar eventuales penalidades en horarios pico. La incorporación de autos eléctricos será parte de los puntos que el nuevo marco tendrá en consideración.
Los ejes centrales del proyecto fueron presentados ayer por el gobernador Juan Schiaretti y el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, Fabián López, en el Centro Cívico.
Si bien ya existía una normativa para ese servicio, en rigor eran varias las normas que se referían a su prestación, la tarea de actualizar y unificar el plexo se disparó luego del aumento exponencial de tarifas que desnudó diferencias entre EPEC y las cooperativas eléctricas del interior. Los tarifazos que motivaron verdaderas puebladas en algunas localidades, llevaron al Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) a ordenar a ambas distribuidoras eléctricas a eliminar de las facturas todo componente que no estuviera vinculado con la prestación misma del servicio.
La medida, que procuraba reducir el valor final de la factura, desencadenó una ola de protestas de las cooperativas que en el cedulón suman conceptos como telefonía, cable o sepelios que también prestan. Pero también de las municipalidades que, en la factura, sumaban un porcentaje para alumbrado público, por ejemplo.
La energía propiamente dicha -que antes ocupaba apenas una porción minoritaria de la factura- ahora, a fuerza de quita de subsidios por parte de la Nación, ya importa 50 por ciento del costo total.
En ese marco, la situación obligó al Ejecutivo provincial a avanzar en una pronta revisión del tema que ahora apunta a ser más abarcativa.
De hecho, la futura norma contempla la implementación de una tarifa testigo que regiría en todo el territorio provincial y la posibilidad de establecer un fondo compensador que atienda asimetrías regionales que impactan en los costos de distribución.
En ese marco, los ejes del proyecto serán, desde la semana próxima, tratados por el Consejo Asesor de Políticas Energéticas de Córdoba, un espacio que nuclea a unas 30 entidades del sector, cámaras empresariales, universidades y ONG.
“Está claro que se termina la energía barata en Argentina; esto nos exige a los cordobeses tomar las medidas para que la energía se use racionalmente, para que llegue a cada rincón de la provincia y para que tenga como mínimo el mismo precio que en otros lados del país”, afirmó Schiaretti, para luego remarcar la necesidad de avanzar en un esquema en el “que no tengamos la energía más cara por ineficiencias del sistema de prestación”.
Por su parte, López aseguró: “En el marco de las transformaciones que estamos viviendo a nivel internacional, nacional y provincial se impone que Córdoba modernice y actualice el marco regulatorio vigente de cara a los nuevos desafíos tecnológicos y ambientales, y también de cara al escenario de salida de subsidios nacionales que lleva a que la tarifa eléctrica esté cada vez más saneada”.
Asimismo, el funcionario precisó: “Esto requiere una eficientización en la prestación del servicio y una transparencia en lo que se cobra en las facturas. Haremos un estudio profundo de cada una de las distribuidoras para asegurar que con la eficiencia llegamos a una tarifa testigo y -si persisten las asimetrías de una ciudad a otra- estableceremos un fondo compensador que ecualice esas diferencias, yendo hacia una armonización para que una misma categoría de usuarios en distintos puntos de la provincia pague lo mismo”, agregó López.
El funcionario adelantó que presentará el proyecto ante el Consejo Federal de Energía, que sesionará en Córdoba a fines de mayo. Y luego será girado a la Legislatura, que se aspira a que lo convierta en ley en el segundo semestre.
La idea es que el costo del transporte de energía que factura EPEC y que hoy difiere según cada cooperativa que la reciba, sea unificado y sus diferencias de costos prorrateada entre todos.
Paralelamente, admitiendo las diferencias de costos para prestar el servicio de distribución de cada cooperativa y de EPEC, un análisis fije al menos seis categorías de costos testigos y, en ese marco, todos propendan a llegar a ese objetivo en un sendero temporal que podría extenderse hasta cinco años.
Habrá una amplia revisión de costos de todos los actores. Quizá como nunca antes.
La idea no es que haya una tarifa única pero sí que sea equitativa conforme cada situación.
Por ahora, no está claro los recursos que deberá proveer ese fondo compensador aunque la idea es que la Nación aporte una parte, la Provincia otra y que el resto surja de eventuales recursos por penalidades aplicadas.
Por lo demás, otro aspecto clave a futuro es abrir un marco para la implementación de avances inminentes en la demanda y prestación del servicio.
La irrupción en el corto plazo de los autos eléctricos, la chance de generar a través de fuentes renovables e incluso desde cada hogar y el seguimiento de cada consumo hasta desde un teléfono celular, serán temas que el marco contemplará al menos desde el punto de vista teórico, con vistas a un futuro cercano.
