Los gastos cayeron cayeron 17 % en términos reales, mientras que los derechos de exportación se desplomaron 68%, según reportó el CEPA. En marzo el rojo fiscal fue de 258 mil millones de pesos.
En un escenario productivo signado por una profunda sequía y por la merma de divisas, la caída de los ingresos debido a los desequilibrios del comercio exterior volvió a impactar de lleno en marzo sobre la balanza fiscal argentina.
El déficit fiscal del Sector Público Nacional de base caja volvió a mostrar valores superiores a los esperados y cerró en 258 mil millones de pesos durante el tercer mes de 2023, según reportó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
La principal razón que explica el deterioro en las cuentas fiscales sigue anclado en el nivel de ingresos en caída y en una reducción del gasto que no alcanza a compensar la baja.
En marzo, “el gasto totalizó 1,89 billones de pesos, lo que equivale a una caída real del 17%, mientras que los ingresos alcanzaron 1,72 billones, retrocediendo en términos reales 21%”, según los datos elaborados por el CEPA en base a información oficial.
Con estos números, el déficit acumulado alcanza los 690 mil millones de pesos. De esta forma, Argentina habría incumplido la meta fiscal del primer trimestre del acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI por casi 250 mil millones pesos.
Esto implica que, para que el FMI apruebe la quinta revisión, que comenzará el 10 de junio, debería haber un cambio en las metas o el pedido de otro waiver.
Así las cosas, la meta fiscal se plantea con serias dificultades de cumplimiento para el segundo trimestre y podría ser inminente una solicitud de modificación de metas por parte del Gobierno Nacional.
“Sólo trayendo a valores actuales el segundo trimestre de 2022, el ajuste debería ser por un total de 700 mil millones de pesos. Si a eso se le suma una continuidad con el retroceso real de la recaudación la cifra debería ser mayor”, plantean los analistas del CEPA.
Baja liquidación de granos afecta stock de divisas.
Se trata del quinto mes consecutivo de retracción de ingresos. El principal componente que explicó esta aceleración general en la merma recaudatoria fueron los derechos de comercio exterior.
En el caso de los Derechos de Exportación, donde tuvieron impacto la sequía y la falta de stocks liquidables por dólar soja, “la recaudación cayó 68% en términos nominales respecto de marzo de 2022. Esto implica haber recaudado 84% menos en términos reales”, reportó el CEPA.
Este análisis coincide con el reporte del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) del mes de abril: “En el sector externo, se espera una merma de aproximadamente 20 mil millones de dólares en las exportaciones agropecuarias, lo que seguramente lleve a terminar el año con un déficit de cuenta corriente”. A su vez, según el reporte del CESO, esta menor entrada de dólares “provocará mayores presiones sobre los tipos de cambio financieros”.
“La sequía afecta no sólo la producción agropecuaria y todos sus encadenamientos productivos. Al ser el sector agrícola el principal proveedor de dólares de nuestra economía, las malas condiciones climáticas atacan el corazón de la macroeconomía nacional”, explican los especialistas.
El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, reconoció que “la venta de soja viene demorada y está muy castigada por la sequía”.
En este sentido, en diálogo con Radio La Red puntualizó que la cosecha de soja “no supera los 22 millones de toneladas totales” y “tiene una calidad cuestionable por un porcentaje alto de granos verdes”, también “por culpa de la sequía”.
“Las brechas cambiarias siempre generan una retracción muy fuerte del mercado de granos como en cualquier otro en Argentina; las condiciones de cosecha siguieron empeorando y se retrasaron; y el mercado internacional no está colaborando con la Argentina para tener un precio atractivo”, planeteó el titular del Ciara-CEC. “Hay que ver qué pasa en mayo, que se da un inicio formal de comercialización”, añadió.
Mientras tanto, la liquidación de divisas por parte del complejo sojero en el marco del nuevo Programa de Incremento Exportador (PIE III) se ubicó en niveles similares al de la edición anterior, al superar este último viernes los 1.255 millones de dólares acumulados desde que entró en vigencia la medida, a pesar de que las ventas de soja por parte de los productores continúa a bajo ritmo.
Los gastos se reducen, la obra pública crece
Los gastos totales del Sector Público Nacional en marzo crecieron sólo 69% en términos nominales, lo que representa un retroceso real del 17%. “Esta aceleración se explica principalmente por una fuerte caída en los gastos asociados a subsidios energéticos, donde la segmentación de tarifas comienza a impactar de lleno”, en un escenario siempre atravesado por las metas del acuerdo con el FMI, analiza el reporte del CEPA ya citado.
La mayoría de las prestaciones sociales también retrocedieron en términos reales, pero a menor ritmo, mientras que la obra pública creció en términos reales 21%. Dentro de la obra pública, nuevamente las vinculadas al sector energético son las que más incremento registraron.