El economista Dante Sica indicó que, con el cambio de gobierno, será necesario crecer con base en la “ganancia de competitividad sistémica”, es decir, la baja de la presión fiscal, la mejora en la conectividad terrestre, la infraestructura, las telecomunicaciones y la operatoria en los puertos, entre otros
“Este gobierno dio un giro de 180º. Lidera un modelo de economía que pretende crecer centrado en mayores exportaciones e inversiones.
Eso hace referencia a una macroeconomía diferente, es decir, se dejó atrás el modelo anterior -que se basaba en el consumo interno y el mayor gasto público- para tratar de ir hacia una economía más integrada al mundo, más abierta, en suma, una economía más dependiente del mundo.
Todo eso deja sin margen a la posibilidad de recurrir a devaluaciones para traccionar el crecimiento. Ahora, será necesario crecer con base en la ganancia de competitividad sistémica”, fue el mensaje con el que comenzó su disertación el economista y director de la Consultora Abeceb, Dante Sica.
Ante un centenar de funcionarios, empresarios, dirigentes y profesionales de las provincias integrantes de la Región Centro -esto es Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos- en el marco del evento que concluyó con la Junta de Gobernadores en el Centro Cívico de esta ciudad, Sica se refirió a los que serán los ganadores y perdedores en este nuevo modelo e hizo hincapié en que la Región Centro “es netamente ganadora, tiene más ganadores que perdedores”, en cuanto a las actividad productivas que se llevan a cabo.
En diálogo con Comercio y Justicia, luego de su exposición, explicó algunas cuestiones sobre el modelo económico, el tipo de cambio y las inversiones.
-En su exposición hizo mención a que no hay margen para aplicar una nueva devaluación. Sin embargo, ya hay sectores que están demandando un reacomodamiento del tipo de cambio ¿cómo lo ve?
-Si el sector público persiste con un déficit tan alto y una necesidad de financiamiento tan fuerte, claramente el tipo de cambio real no va a poder mejorar en el corto plazo, porque las necesidades de financiamiento dan ingreso de dólares y eso, en un mercado libre, tira el precio del dólar hacia abajo. Con ello quiero decir que va a haber una tensión. El tipo de cambio va a tener más presión a apreciarse que a depreciarse. En ese marco, un tipo de cambio que mejoró, que es bueno pero que todavía está (si se quiere) por debajo del tipo de cambio de equilibrio de largo plazo, lo que dice es que no hay colchón cambiario. Toda la ganancia de competitividad de las cadenas productivas que tienen que salir a pelear para ganar mercados de exportación se tendrá que dar por el lado de la competitividad sistémica (infraestructura, telecomunicaciones, operatividad de puertos, conectividad terrestre) y por mejora de la competitividad de cada una de las firmas hacia el interior de su cadena de valor (mejora de los márgenes de rentabilidad, de la logística intrafirmas), entre otros. Es un desafío muy fuerte porque hasta ahora, en los últimos 30 o 40 años, la competitividad sólo la daba el tipo de cambio, o muchos empresarios descansaban en que eso iba a ser así. Ahora hay una gran cantidad de empresas que van a tener que hacer inversiones muy fuertes para poder llegar a estar en las fronteras tecnológicas que les permita ser competitivas.
-Se habla mucho de inversiones, pero ¿no le parece que vienen retrasadas?
-Vienen retrasadas. Las inversiones externas requieren de un ciclo de maduración que no sólo observa el cambio de reglas de juego sino que también considera la consolidación de ese cambio de reglas de juego. Yo creo que a partir del año que viene vamos a ver mucha inversión externa y algo de local en sectores más regulados, como telecomunicaciones y energía, donde las reglas de juego son más previsibles porque las da un marco regulatorio. En los otros sectores, donde hay mayor competencia, como los transables y la industria, la convalidación de las reglas de juego generales, la estabilidad de la macro, la baja de la inflación, la mirada sobre el ciclo político son las que terminarán de empujar el proceso de inversión.
-Para recuperar competitividad sistémica se necesitan muchas cosas que requieren mucho tiempo. Hablamos de presión fiscal, logística, infraestructura…
-Claro, es que hay cuestiones que son de corto y otras de mediano plazo. Las de mediano tienen que ver con las inversiones. Mientras se hace -por ejemplo- la ruta Córdoba-Capital Federal por San Francisco, que demanda dos años y asegura que cuando esté lista la autopista los costos de logística van a bajar, hay muchas regulaciones que se pueden trabajar en el corto plazo y que hacen más eficientes a las plataformas ya existentes. Por ejemplo, no puede un contenedor tardar 25 días en salir del puerto, debe salir en tres días. Otra, tenemos que trabajar para que el ausentismo general de la industria no esté ubicado en 10%, debe estar entre tres y cuatro por ciento. Hay normas regulatorias en el marco de los convenios laborales que sin afectar la dignidad del trabajador en sus conquistas, mejoran y hacen que bajen los costos de operatividad para que, de alguna manera, se pueda competir con el resto del mundo. Hay que repensar los aportes patronales para bajar los costos laborales. Quiero decir, entonces, que hay cuestiones regulatorias de corto plazo que pueden mejorar las plataformas ya existentes que se deben ir trabajando.