El presidente de la entidad, Emilio Etchegorry, aseguró que el proceso de cambio de modelo económico es difícil. Si bien está seguro de que pasará, como pasaron otros períodos de crisis, llamó a los empresarios a protegerse los unos a otros para no tener que lamentar cierres
En el marco de la celebración del tercer año de vida de la Cámara de la Industria Eléctrica de Córdoba (Cadiec), su presidente, Emilio Etchegorry, pidió “cuidado”.
“Vamos a pedir cuidado. Hay pocas empresas. No nos demos el lujo de perder las que tenemos porque después las lloramos como ya hemos llorado a muchas”, dijo ante un auditorio que contaba con la presencia del vicegobernador, Martín Llaryora; el subsecretario de Articulación Federal y Regional del Ministerio de Producción de la Nación, Guillermo Acosta; el ministro de Industria, Comercio y Minería de la Provincia, Roberto Avalle; el ministro de Ciencia y Tecnología, Walter Robledo, entre otros.
Etchegorry aclaró, sin embargo, que ese cuidado que reclamaba no es sólo responsabilidad del sector público sino que depende de todos los actores de los distintos sectores.
“Cuidémonos entre todos, el proceso es duro, pero estoy seguro de que va a pasar, como ya pasaron otros. Tratemos de llegar todos”, agregó.
Sortear la macro
Según expresaron tanto Etchegorry como Gastón Utrera, economista invitado a disertar sobre la coyuntura económica, Argentina está en un proceso de mucho cambio en el que está pasando en poco tiempo de una economía cerrada a una abierta, con un Estado al que caracterizó presente en muchos sectores, caro, gigante, pesado, que “no se achica” a la velocidad que, afirma, necesitan los empresarios. Etchegorry se refirió a que las tasas de interés frenaron la actividad: “estamos con menos trabajo”, dijo.
A eso agregó que, como consecuencia de que Argentina “se está integrando al mundo”, productos importados llegan a las góndolas, sumado a que no llegan las rebajas impositivas, lo que para el titular de la Cadeic es un un cóctel peligroso. “Necesitamos acompañamiento y cuidado. No vamos a discutir que son necesarios los cambios. Lo que pedimos es cuidado en cómo se van llevando adelante y de qué manera salvamos las empresas”, dijo.
Para no quedarse “llorando la carta de esta realidad”, consideró necesario plantear abiertamente los tres desafíos que, a su entender, significan la integración al mundo. “A los bienes transables tenemos que plantearles si les vamos a corregir las asimetrías que se generan a partir de las conquistas sociales otorgadas. No discuto las conquistas. Ahora, si no las compenso a la entrada del país, lo que se hace o es trasladar la riqueza a otro lugar y se trae precariedad laboral de otro lado. Y esto es lo que hay que reclamar en la OMC”, consideró.
En segunda instancia, consideró que si no se baja la carga impositiva los bienes transables locales no tendrán ninguna chance de competir con los importados “que vienen limpios de impuestos. Y advirtió de que el Estado va a perder recaudación.
Finalmente, reclamó discutir cómo se van a regular los monopolios.
Como lo hicieron hasta los propios funcionarios en otros momento, Etchegorry recordó que se paga el acero, el aluminio y el plástico más caro que en otros países. A ello le sumó los altos impuestos y las conquistas sociales “que gracias a Dios tienen nuestros trabajadores”, frente a lo cual enfatizó: “Ser empresario de bienes transables es una tarea muy compleja en nuestro país”.
Finalmente, se preguntó si se podría prescindir de la industria y respondió que Argentina tienen demasiado experiencia como para darse ese lujo.