Será bajo el modelo de Arsat e Invap, con economía mixta. En una primera etapa brindará soluciones al sector público, para luego extenderse a privados
El Gobierno avanza en la creación de una empresa nacional de software con un modelo similar al de Arsat e Invap, con el objetivo de tener una respuesta ágil ante las demandas de soluciones que tiene el sector público, aseguró a la prensa el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk.
Esta empresa en formación ya cuenta con el apoyo del sindicato Unión Informática, que consideró “necesaria” la iniciativa estatal y bregó por la “participación de los trabajadores” del sector ya que “el activo fundamental y factor crítico en toda empresa informática no está en su hardware sino en el vector humano”.
En una entrevista, Sujarchuk destacó el trabajo realizado en el 2022 y enumeró las iniciativas para el 2023 con la meta de alcanzar US$9.000 millones en exportaciones de la industria del conocimiento.
-¿Qué balance hace al cierre del año de la gestión de la secretaría y qué desafíos ve hacia el año 2023?
-Este año creamos un paquete de medidas de estímulo que incluyen el Régimen de Fomento de las Inversiones para Exportaciones de las Actividades de la Economía del Conocimiento, para que las empresas que exportan productos y servicios basados en el conocimiento tengan mayores facilidades para facturar en dólares, cuyo impacto se verá el año entrante; lanzamos Argentina Programa 4.0, con una amplísima oferta de cursos dictados por algunas de las principales universidades del país y empresas como Amazon y Microsoft, que ya suma más de 235 mil inscriptos.
También se expidió la Ley de biotecnología y nanotecnología para generar incentivos que aceleren la consolidación de estas industrias como generadoras de empleo calificado, conocimiento y divisas para el país, y continuamos con programas claves para la federalización de la Economía del Conocimiento como ‘Nodos’, que tiene el objetivo de promover la conformación y consolidación de grupos de empresas públicas y privadas dedicadas a la producción de bienes y servicios, para potenciar el desarrollo de las economías regionales.
Estos son apenas algunos ejemplos de muchas políticas e iniciativas que muestran el compromiso del Gobierno con este sector. El ministro Sergio Massa planteó la meta de alcanzar los U$S9.000 millones en exportaciones en 2023 y estoy confiado en que la vamos a alcanzar.
-Hace un tiempo planteó la idea de una empresa nacional de software. ¿Sería solo para las demandas del sector público nacional?
-La idea de conformar una empresa nacional de software es parte de distintas iniciativas que queremos desarrollar en los próximos meses. Esta, en particular, surgió a partir de uno de los mayores retos que afronta el sector no sólo en la Argentina sino en el mundo: la retención del talento, porque son perfiles que tienen una altísima demanda. Al mismo tiempo, el Estado necesita y consume constantemente sistemas, pero también maneja información sensible.
Por eso es que pensamos en una empresa estatal que pueda responder de forma mucho más ágil a las demandas que tenemos, con un importante ahorro en costos para el Estado, que no es un tema menor.
-¿Funcionará cómo incubadora de microempresas de base tecnológica?
-La empresa está pensada para tener una vinculación estrecha con el sector privado. El objetivo es beneficiar a la industria y particularmente a sus pymes porque se va a facilitar que estas pequeñas proveedoras de software y servicios informáticos puedan ser nucleadas y entrar en las grandes licitaciones para vender sus productos y servicios de una forma más eficiente.
-¿Cómo se podría entonces captar y retener talento en una empresa nacional de software en un mercado altamente competitivo?
-El Estado, por sus categorías salariales, no tiene una estructura que pueda contener una demanda de profesionales vinculados con el desarrollo de software y servicios Informáticos. Por eso, vamos a seguir el modelo de empresas ejemplares como Arsat e Invap, que tienen regímenes de trabajo diferentes a los del resto de los empleados públicos, con sueldos competitivos. Además, la empresa podrá contratar por proyectos a los profesionales que sean necesarios e, incluso, contratar a otras empresas que hagan parte de las tareas que se plantean.
La empresa llega para generar más empleo y, a la vez, dinamizar a la industria del software y fortalecer a sus pymes.
-¿Se mantiene la intención de crear un monotributo para profesionales tech que trabajan para empresas del exterior?
-Claro que se sigue pensando en eso. De hecho, el ministro Massa tiene un especial interés en ese proyecto. La idea es que las personas que trabajan en la modalidad de ‘freelance’, en actividades de la economía del conocimiento, puedan ingresar sus dólares de forma legal y trazable, así como asegurar su ahorro jubilatorio y obra social. Sin embargo, más importante aún es que hace parte de un conjunto de medidas que se complementan en bienestar de todo el sector y quienes hacen parte de él, como el beneficio que expedimos recientemente para que las empresas inscriptas al Régimen de Promoción de Economía del Conocimiento puedan acceder a un monto de libre disponibilidad de dólares, equivalente al 30% de las divisas que ingresan por las exportaciones incrementales, para ser aplicadas al pago de las remuneraciones de personal en relación de dependencia. Todo esto, siempre enfocado a que las empresas puedan mejorar la situación salarial de sus trabajadores y retener talentos.
-¿Qué falta para que Argentina sea una potencia en economía del conocimiento? ¿Condiciones macroeconómicas, recursos humanos?
-Argentina es el segundo exportador de software y servicios informáticos en América Latina y trigésimo en el ranking global, con Estados Unidos como principal destino. En materia de empleo, la Argentina es el país mejor rankeado de América Latina en habilidades tech y ciencia de datos, con notables fortalezas en visualización y gestión de datos, programación, estadística e ingeniería de software. ¿Qué nos falta? Yo diría que hacer más visibles algunos de los sectores que hacen parte de la economía del conocimiento que, por la complejidad de las temáticas que manejan, hay mucho desconocimiento, como en el caso de la nanotecnología y la biotecnología, además de abrir cada vez más mercados a nuestros productos y servicios, que manejan los más altos estándares internacionales.
Por eso, estamos próximos a lanzar el certificado a empresas de economía del conocimiento, que permitirá reconocerlas y brindarles mayor visibilidad, tanto a nivel nacional como internacional, y promocionarlas y propiciar la consolidación de éstas a través de la participación en eventos, rondas de negocios, misiones comerciales, ferias y exposiciones nacionales e internacionales.