Vale señalar que a principios de septiembre, durante la primera visita del ministro de Economía, Sergio Massa, a Estados Unidos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se comprometió a presentar para septiembre un paquete de Financiamiento Especial para el Desarrollo (SDL) al Directorio Ejecutivo, por un total de US$700 millones para financiar el Programa de Apoyo a la Mejora de la Gestión Fiscal y la Recuperación Económica, según el comunicado emitido en dicha oportunidad.
Además, el BID presentará un préstamo PBL (Policy-Based Lending) de US$500 millones. Este “Programa de Apoyo a Políticas Públicas para el Crecimiento Sostenible y Resiliente en Argentina” es un aumento de US$200 millones en apoyo presupuestario como resultado de una priorización de la programación de Argentina, destacó el organismo multilateral.
Estos proyectos fueron demorados en la agenda del BID, en parte, por la repentina irrupción de la decisión de destituir al entonces presidente del BID, Mauricio Claver-Carone.
El funcionario fue reemplazado de manera interina por la hondureña Reina Mejía Chacón, hasta tanto culmine el proceso de votación del organismo, que ya se inició y que se extenderá hasta fines de octubre.
En conjunto, los préstamos que recibirá Argentina del BID permitirán aumentar el apoyo de éste, de US$800 millones a US$1.200 millones en el último trimestre de 2022.
En la misma ocasión, el BID resaltó que “el apoyo presupuestario del Banco a Argentina se enmarca en el cumplimiento de un acuerdo existente con el Fondo Monetario Internacional (SDL) y la propia evaluación del BID de las condiciones macroeconómicas del país (PBL)”, debido a que se trata de fondos de libre disponibilidad.
Si se considera el desembolso que efectuará el FMI a la brevedad, el Gobierno espera sumar US$5.000 millones en reservas, y espera otros US$5.800 millones del FMI que vendrían en diciembre, si finalmente se aprueba completamente la tercera revisión correspondiente al tercer trimestre de 2022.