El Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC) estimó que la ingestión se ubicó en 57 kilos por habitante por año. En tanto, informó que en los primeros seis meses se sacrificaron 6,06 millones de bovinos, 6% más que en igual lapso de 2016
El consumo aparente de carne bovina argentina se incrementó dos por ciento en el primer semestre del año respecto de igual período de 2016, y llegó a 57 kilos per cápita por año, según el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC). La cifra de la ABC implica que cada argentino consume poco más de un kilogramo de carne por semana.
La producción de carnes bovinas acumulada entre enero y junio de 2017 se estimó en alrededor de 1,3 millones de toneladas peso gancho, es decir, cuatro por ciento superior a igual lapso del año pasado.
“El crecimiento de la producción, en parte se ha volcado al mercado local, por lo que, en el primer semestre de 2017 se ha registrado un consumo de carnes bovinas per cápita cercano a los 57 kilos por habitante por año”, explicó Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC. En un comunicado, la entidad indicó que la faena de bovinos en junio alcanzó a 1,01 millones de cabezas, esto es cinco por ciento menos que el mes anterior, aunque casi siete por ciento superior a la del mismo mes del año anterior.
“La reducción en el ritmo de la actividad se confirma al analizar la evolución del promedio diario, aun cuando se trata de una caída relativamente pequeña que ha permitido mantener en el primer semestre de 2017 una media superior al millón de cabezas por mes”, se indicó en el escrito.
En efecto, a partir del último trimestre de 2016, se observó una reversión en la tendencia de la curva de faena, que tomó un curso positivo para estabilizarse en los últimos meses.
En la primera mitad de 2017 se sacrificaron 6,06 millones de bovinos, seis por ciento más que en igual lapso de 2016. Al respecto, Ravettino reflexionó: “El nivel alcanzado es 3,5% inferior al promedio de la última década, pero debe destacarse que ello está fuertemente condicionado por el deterioro experimentado en los últimos años”.
Con relación con los registros de mediados de la década de 2000 (6,8 millones de cabezas promedio), el total sacrificado está aún 11% por debajo.
Entre julio de 2016 y junio de 2017 la cantidad de animales sacrificados superó ligeramente 12,1 millones de cabezas, tres por ciento por encima del igual período en 2015/16. “Todo indicaría que el ejercicio 2017 cerrará con una faena de ese orden y similar a la de 2015”, vaticinó Ravettino.
7 % fue el crecimiento interanual registrado en el volumen de faena de junio pasado. Según el Consorcio ABC,se enviaron a matarife 1,01 millón de cabezas, esto es a su vez 5% inferior a lo enviado durante abril pasado.
Menos vientres
En junio, la proporción de hembras en el total sacrificado creció a 43,6%. “Si bien es esperable un alza en los meses de invierno, su tendencia ascendente, en especial considerando la contribución de hembras jóvenes (vaquillonas) es preocupante”, dijo Ravettino.