Córdoba: sube el pan y piden que el Gobierno nacional intervenga

El Centro de Industriales Panaderos acordaba anoche un ajuste de al menos 10% en los precios de referencia, pero no se descartan otros futuros aumentos. La única solución es el desacople de los precios internos con los internacionales, que ayer seguían volando

El Centro de Industriales Panaderos de Córdoba (CIP) debatía anoche al cierre de esta edición un aumento de al menos 10% al precio de referencia del pan en todas sus formas, medida que se toma a partir de un alza superior a 60% en el precio de la harina y después de un ajuste de 20 puntos promedio en las tarifas del gas.

Luego de un largo debate en el que algunos asociados de esa cámara empresarial pedían subir a 300 pesos el precio del pan francés, hasta ayer muy por debajo de $200, los dirigentes lograban un acuerdo de aumento "moderado" a la espera de que el Gobierno nacional intervenga en el mercado del trigo, de modo de garantizar montos diferenciados para los mercados externo e interno. "Pedimos que el Gobierno intervenga lo antes posible para asegurar precios razonables para insumos tan esenciales para la población, como la harina y el trigo para el mercado interno. Es muy preocupante para nosotros tener que trasladar estos aumentos, ya venimos haciendo esfuerzos terribles para evitarlos pero la presión en los insumos es muy fuerte", precisó a este diario Marcelo Caula, secretario general del CIP.

Por supuesto, la preocupación es general para toda la cadena comercial e industrial del trigo en el país. En las últimas horas la Cámara de Panaderos de Salta volvió a aumentar el precio del pan (ya lo había hecho el 14 de febrero) y desde hoy el kilo de pan francés cuesta 260 pesos. El precio de las especialidades “quedará a criterio de cada colega en virtud de sus costos ya que estamos atravesando momentos de mucha incertidumbre en los precios de los insumos", afirma un comunicado de la cámara. Los nuevos precios ya están vigentes.

La incertidumbre “es total”

El precio del trigo subió ayer nuevamente en el mercado de Chicago y consolidó un valor récord de US$523,69 la tonelada, ganando en la posición de marzo 5,73%, US$28,38 en el día. La corredora de granos Granar, al analizar la jornada, sostuvo que "la continuidad de la guerra entre Rusia y Ucrania superó ya las previsiones de buena parte de operadores, analistas y demás integrantes del mercado" por lo que "la incertidumbre sobre el futuro del comercio del trigo desde la región es total". "Esa incertidumbre va desde las ventas 2021/2022 hasta el estado de la infraestructura portuaria del lado de Ucrania, las siembras de primavera y la desconexión financiera de Rusia", agregaron los especialistas.

Y esa es la palabra que se instaló en toda la industria de la panificación: incertidumbre. Si la bolsa de harina de 25 kilogramos hace un mes costaba un promedio de $1.150 y ayer no se conseguía por menos de $1.800 (o incluso $2.000), hablamos de un aumento de más de 56% en unas pocas semanas. "Hoy no hay desabastecimiento de harina, siempre que el cliente esté en cero con el molino (sin deuda), pero ya las condiciones cambiaron y prácticamente se trabaja de contado", confió Caula, dirigente además del Encuentro de Empresarios Nacionales.

La inusitada volatilidad de los precios internacionales del trigo es un fenómeno derivado del conflicto entre dos de los cinco mayores productores mundiales, Rusia y Ucrania. En conjunto conforman el principal proveedor mundial de trigo, con 28,5% del comercio total del grano fino, comercio afectado ahora por las sanciones occidentales a Rusia, por la afectación de los puertos ucranianos de Berdyansk y Mariupol y por los cortes en la cadena de suministro internacional del trigo producto de especuladores varios que acaparan las existencias.

Argentina no debería verse sacudida necesariamente por estos fenómenos, porque viene de una cosecha histórica de trigo de 22 millones de toneladas, en un país que sólo consume ocho millones de toneladas. Sin embargo, las retenciones a las exportaciones de trigo no son móviles y además vienen reducidas, de modo que no logran desacoplar los precios internos de los vaivenes del precio internacional. De este modo, esas fluctuaciones repercuten internamente cuando no deberían hacerlo.

Un operador molinero cordobés confió ayer a este diario que los productores con granos finos no convalidaban ayer los $35.000 la tonelada, que se informaba desde pizarras. "El trigo de primera no se suelta por menos de 40 mil pesos e incluso algunos prefieren esperar porque apuestan a obtener 42 mil ó 43 mil pesos en los próximos días", afirmó off the record a la consulta periodística.