ESCUCHAREs el monto extra que se proyectaba recaudar previo a la pandemia. La cifra equivale a casi 50% de una nómina salarial mensual bruta. Mayo seguirá con la misma tónica y exigirá nueva ayuda extra de la Nación para poder afrontar sueldos y jubilaciones.
La crisis es aún más pronunciada que en 2002
El Gobierno de Córdoba resignó ingresos por 7 mil millones de pesos en abril en función de las proyecciones previas a la pandemia con respecto a la evolución de la recaudación para el cuarto mes del año.
El monto representa más del 50 por ciento de una nómina salarial bruta mensual, dato que habla de la magnitud de la situación.
En ese marco y en función de una proyección similar e incluso peor para mayo, Córdoba volverá a necesidad de auxilio de la Nación para poder afrontar sueldos y jubilaciones que, en su conjunto, exigen más de 17 mil millones de pesos.
Más aún, en mayo, el Ejecutivo deberá abonar un nuevo escalonado del incremento salarial acordado con los estatales y con derrame en los jubilados. Por ahora, nadie desde la Provincia hace referencia a ese tema.
De acuerdo con los datos oficiales anticipados en la edición del lunes por Comercio y Justicia, la recaudación total de abril fue de 18.597 millones de pesos, 12 por ciento mayor respecto al mismo mes de 2019 aunque 23 por ciento menor en términos reales.
La baja a valores constantes fue de 5.671 millones de pesos.
En tanto, si se toma como referencia al mismo mes 2018, es decir una referencia de inicios de la crisis, la caída en términos reales llega a 27,6 por ciento, esto es 7.087 millones de pesos menos.
Según el informe del Ministerio de Finanzas, la persistente crisis nacional que comenzó en abril de 2018, produjo caídas de la recaudación que hasta el mes de febrero de 2020 ascendían a niveles medios de ocho por ciento real respecto del año previo y de 11 por ciento respecto al mismo mes de dos años atrás.
No obstante, desde el mes de marzo de 2020 la pérdida que se venía observando en los recursos fiscales de la Provincia se magnificó debido al impacto del aislamiento social obligatorio impuesto en el país a partir del 19 de marzo pasado.
Las proyecciones de ingresos que se esperaban para la Provincia previo al efecto de la pandemia y al aislamiento social suponían para abril un crecimiento interanual de 53 por ciento. Esto es, se proyectaba una recaudación en aumento con una inflación en caída, con lo que al mes de abril los recursos de la Provincia hubiesen seguramente superado la inflación.
A partir de esta proyección preaislamiento, Finanzas consideró que la pandemia produjo una retracción de la recaudación de 27 por ciento respecto a lo esperado. Es decir que, en un escenario sin Covid-19 la recaudación hubiese crecido 5 por ciento real respecto de abril 2019, con una caída de menos de uno por ciento respecto de abril 2018.
De no haber existido la pandemia, los ingresos de la Provincia a abril de 2020 hubiesen alcanzado a los de la precrisis nacional, es decir, se hubiese casi recuperando el nivel de ingresos del año 2018. Al analizar los desvíos entre recaudación proyectada y efectiva para abril de 2020, los recursos de origen provincial muestran un desvío de 31 por ciento (3.607 millones de pesos menos) respecto de la proyección preCovid 19 y los nacionales de 24 por ciento (3.307 millones de pesos por debajo).
Recaudación por tributo
Respecto a la recaudación de abril, entre los impuestos provinciales, los patrimoniales presentaron una performance relativamente buena, explicada por un lado, por el beneficio extra que otorgó Rentas durante abril a quienes adelantaran el pago anual del Inmobiliario Rural. Se trata de más de 20 mil contribuyentes que decidieron pagar de forma anticipada y aportaron 940 millones de pesos adicionales que de otro modo se hubiesen recaudado, con suerte, en mayo.
Por otro lado, porque a partir de las innovaciones realizadas en años anteriores casi 80 por ciento de la recaudación proviene del uso de medios electrónicos de pagos y/o de adhesiones a débito automático (15 por ciento de los titulares de autos e inmuebles de la Provincia optan por esta última modalidad de pago). Esa situación llevó a que los desvíos respecto a lo proyectado para abril de 2020 fueran de ocho por ciento negativo en el caso del Inmobiliario y de 26 por ciento abajo en el caso del Automotor, contra desvíos del 36 por ciento en Ingresos Brutos y 43 por ciento, siempre negativo en Sellos, ambos impuestos relacionados con el nivel de actividad.
Bajo una perspectiva histórica, desde el año 2002 que las finanzas provinciales no sufrían una pérdida de ingresos tan abrupta en términos reales.
En plena crisis nacional a inicios del siglo, la recaudación total cayó 28 por ciento frente a 2001. En el acumulado enero-abril 2020 frente al mismo período del 2019 la recaudación en términos reales cayó 11,4 por ciento, con el agravante de que la comparación se hace con un período donde los recursos fiscales de la Provincia ya mostraban niveles de crisis. Haciendo la comparación con igual período de 2018 la caída asciende a 22,4 por ciento para el primer cuatrimestre de 2020. Se espera que la crisis mundial desatada por la pandemia profundice las pérdidas de ingresos fiscales a lo largo del año 2020, cuando las medidas de aislamiento social dispuestas impacten de lleno sobre la recaudación de los impuestos ligados al ciclo económico.
Esto ubicaría la situación del bienio 2019-2020 en un nivel que podría incluso superar la caída registrada en 2002.
En abril de 2020, 80 por ciento de la recaudación estuvo conformada por impuestos nacionales y provinciales ligados a la actividad económica (IVA, Ganancias, Ingresos Brutos y Sellos), lo cual lleva a que las finanzas de la Provincia de Córdoba varíen en función de los shocks económicos y las crisis nacionales con una alta correlación.
Por origen
Desagregando los recursos de abril según su origen, los provinciales registraron un crecimiento nominal interanual de 14,7 por ciento que, a valores constantes, implicó una baja de 21,2 por ciento.
En tanto, los de origen nacional presentaron un crecimiento en términos nominales de 9,2 por ciento que, en términos reales significó una baja de 25 por ciento, siempre respecto a un año atrás.
El diferencial de los recursos según origen se explica por la relativamente buena performance de los impuestos patrimoniales provinciales que compensaron en parte las caídas de los impuestos asociados al nivel de actividad.
