El consumo de productos lácteos cayó más de 20% en los almacenes y autoservicios de barrios, mientras que el de panificados básicos se incrementó casi en igual proporción, de acuerdo con el relevamiento que realiza mensualmente el Centro de Almaceneros de Córdoba.
Según el informe divulgado ayer, el consumo de leche fluída en sachet cayó 21,3% en junio respecto de igual mes del año anterior. El de yogures (también en sachet) cayó 24,5% interanual, mientras que el de queso cremoso mostró un descenso de 2,7% en junio para igual comparación.
En contrapartida, fueron evidentes los incrementos del consumo de pan francés o mignón (siempre calculado sobre la misma cantidad de clientes) en almacenes y autoservicios (19,3% interanual), en detrimento del consumo de pan criollo y facturas o especialidades, que evidenciaron una contracción de 14,1 y 16,8%, respectivamente.
El Centro de Almaceneros también destacó el incremento de las ventas de galletas de agua, pastas secas, arroz, huevos, polenta, té y mate cocido; mientras cayó con fuerza el consumo de ravioles o sorrentinos, galletas dulces, gaseosas, bebidas alcohólicas, dulces y mermeladas y leche en polvo.
“En función de nuestro compromiso con la sociedad cordobesa, hemos detallado algunos indicadores de conductas de consumo, que dan cuenta de la tendencia ‘obligada’ al cambio nutricional de los consumidores, algo que deberán tener en cuenta otros sectores de la sociedad”, se explicó en el trabajo difundido ayer.
Las ventas, por el tobogán
La fuerte caída en las ventas, que en junio llegó a 28,5% (medida en volumen) en el primer semestre del año respecto a igual período del año anterior, “pone en real riesgo de quebranto a cientos de comercios y, en consecuencia, la fuente laboral que cada uno de ellos genera”, se indicó.
“Entendemos que el sector comercial minorista, y en particular el de almacenes, se encuentra en emergencia. Por ello estamos desarrollando un plan para afrontar la situación”, adelantó.