Los mandatarios de ambos países volverán a encontrarse hoy, en Río de Janeiro, y no se descartaba que abordaran el tema. En la previa, los gobiernos relativizaron la tensión
En el marco de la polémica abierta días atrás por supuestas trabas argentinas -no confirmadas oficialmente- para restringir el ingreso de alimentos brasileños, Marco Aurélio Garcia, asesor de la Presidencia del vecino país para Asuntos Internacionales, minimizó ayer las divergencias comerciales entre ambas naciones y negó que el gobierno de Lula da Silva prevea tomar represalias. Por su parte, la ministra de Industria, Débora Giorgi, también salió a despejar versiones de cortocircuitos en la relación bilateral y confirmó que “no hay ninguna presentación formal realizada por Brasil sobre restricciones al ingreso de alimentos”.
Las declaraciones de funcionarios de primera línea de los gobiernos de Brasil y Argentina se produjeron pocas horas antes de que los presidentes de ambos países se volvieran a reunir hoy, en el marco del Tercer Foro de la Alianza de Civilizaciones que se realizará en Río de Janeiro. No se descartaba que los mandatarios abordaran la relación comercial durante esta jornada, pero de todas maneras esa versión no fue confirmada ayer por ninguno de los dos gobiernos.
“No hay clima para represalias. La pelea entre Brasil y Argentina sólo tiene consistencia en el fútbol”, afirmó ayer el asesor de Lula en declaraciones a periodistas en Río de Janeiro. De hecho, recordó que el mandatario brasileño tuvo el lunes pasado una “calurosa reunión” con Cristina Fernández en Buenos Aires, en el marco de los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo. “Si mañana (por hoy) tienen un nuevo encuentro, evidentemente abordarán ese asunto, pero sin ningún ánimo de represalia”, comentó García.
De esa manera el asesor presidencial -una de las voces más respetadas por Lula da Silva- minimizó las declaraciones del secretario de Comercio de Brasil, Welber Barral, quien había advertido el miércoles pasado sobre la posibilidad de que el país vecino actuara con “reciprocidad” frente a las supuestas trabas argentinas a la importación de alimentos.
Garcia relativizó los problemas comerciales entre ambos países y consideró que, de existir las trabas a los productos brasileros, sería “una medida de un funcionario de segundo escalón, que tenemos condiciones de resolver tranquilamente por la vía de la negociación”. El asesor consideró además que Argentina puede retrasar la concesión de algunas licencias de importación, pero eso “no configura una guerrilla y mucho menos una guerra de posiciones”.
“Países que tienen una relación como la que tenemos Argentina y Brasil difícilmente van a enfrentar una crisis por esa situación. Por eso no hay ninguna preocupación. Eso no va a afectar las relaciones”, aseveró, taxativo, el funcionario brasileño.
Desde Argentina
Como ocurrió durante los últimos días frente a las fuertes acusaciones realizadas en los medios, también funcionarios de primera línea del Gobierno nacional negaron un conflicto con Brasil.
La ministra de Industria, Débora Giorgi, señaló ayer que “no hay ninguna presentación formal realizada por Brasil sobre restricciones al ingreso de alimentos” de ese país a Argentina. Por medio de un comunicado agregó además que “tampoco tenemos evidencia de la existencia de camiones brasileños impedidos de cruzar la frontera”.
En ese marco, Giorgi recordó que en el primer cuatrimestre del año el flujo comercial bilateral creció 48% con relación a igual período de 2009.