domingo 19, mayo 2024
El tiempo - Tutiempo.net
domingo 19, mayo 2024

Bajas generalizadas en todos los ámbitos económicos

Por Salvador Treber. Exclusivo para Comercio y Justicia
ESCUCHAR

 Por Salvador Treber

En los meses de junio y julio, el consumo -así como las ventas minoristas que lo acompañan en su evolución- volvieron a exhibir una baja récord, marcando una preocupante tendencia sin que se vea, por lo menos para este año, indicios de posible reacción.

La actividad del Indec como organismo generador y difusor de las estadísticas nacionales, no puede considerarse totalmente normalizada. Dejó de proporcionar datos con continuidad desde diciembre de 2015, con el argumento de que los nuevos técnicos incorporados necesitaban cierto tiempo para proporcionar estadísticas confiables. Reaparece con el primer aporte del índice del comercio minorista desde el mes de mayo restringido al área metropolitana, mientras que -para el resto del período y del país- en el área pública quedaron como sustitutos provisorios los datos mensuales emanados de los organismos especializados de la Capital Federal y de la provincia de San Luis, que tienen marcadas divergencias en sus mediciones.
La variable “consumo” es la que muestra los datos más alarmantes de deterioro ya que desde enero de 2016 no deja de batir sus propios récords de deterioro: en junio pasado, -9,8%, y para el acumulado del semestre disminuyó 6,4%, de acuerdo con lo publicado por la Confederación de la Mediana Empresa (CAME). Mediante la sustitución de ciertos artículos por otros de menores precios y/o la no adquisición de otros los consumidores intentan defenderse.
La CAME señala que junio ya era el sexto mes consecutivo de retracción de ventas y que la situación de las empresas que deben afrontar las fuertes subas en los costos de la actividad con poco margen de liquidez se agravaba rápidamente. Esta situación también se repite en julio, con una caída de 8,1% interanual. Las caídas más significativas en junio y julio se registraron en electrodomésticos y artículos eléctricos (junio, 19,2%; julio, 18,1%); materiales de construcción (junio, 13,6%; julio 12,7%) y ferreterías (junio, 13,2%; julio, 12,2%).
A pesar del panorama de retracción de ventas en el informe se advierte que muchos empresarios todavía ponían sus expectativas en el ya comenzado segundo semestre, aun cuando el propio ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, ante la profundidad de la recesión, ha preferido diferir sus anteriores expectativas al año próximo sin mayores precisiones del periodo exacto en el que se debiera esperar “salir del túnel” cuya oscuridad cada vez se alarga más.

Algunos indicadores preocupantes
Ese carácter es el de la rama automotriz, donde la virtual suspensión de compras por parte de Brasil, con quien rige un régimen de complementación que ese país no está cumpliendo, lo cual ha generado una caída en nuestra demanda y producción internas de nada menos que 20%. Ello con la consecuencia de numerosas suspensiones de personal con pago parcial de sus respectivas remuneraciones que, si se prolongan en el tiempo, pueden convertirse en despidos masivos.
Según un informe de la consultora en las áreas de economía y finanzas P. y E. Consult, el consumo en junio pasado cayó en su relación interanual 11,5%, siendo el segundo trimestre notoriamente peor que el primero, (4%), constituyendo mayo el de más severa baja global (11,8%). Agrega que “el gran incremento operado en los precios domésticos que alcanzaron el nivel de 47,1% interanual en la ciudad de Buenos Aires coincidió con el correlativo debilitamiento de la demanda laboral que se tradujo en una merma de 1,3% en los salarios formales entre noviembre de 2015 y abril de 2016.
A todo ello se sumó la extensión de las negociaciones paritarias en las que los empresarios se resisten a formalizar incrementos anuales por encima de 32%, incluso negándose a la reapertura de las mismas para el segundo semestre; al par que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) resta diariamente liquidez al mercado y automáticamente recorta las posibilidades de obtener créditos en el sistema. Todos estos factores se convierten en un agravamiento de la situación general. Las numerosas reuniones con empresarios del ministro Prat-Gay no han logrado destrabar las negociaciones y se han limitado a prometer que en 2017 el incremento de los precios no superaría 17%, escenario difícil de creer salvo que en el mercado se imponga la llamada “paz de los cementerios”.
Cabe advertir que las marcas mensuales de suba del índice de precios al consumidor tuvieron, dentro del primer semestre, su punto culminante en el mes de abril pues, según el órgano estadístico oficial de la Capital Federal, ascendió a 6,5%, lo cual queda corroborado por el denominado índice Congreso (media de 19 evaluadoras privadas) que lo ubican de tal forma en un desusado 6,7%. En la primera fuente durante el precitado semestre trepó a 29% y en el segundo caso llegan a calcularlo en 27,1%, razón por la cual hay cierto grado de coincidencia.
El Indec recién reapareció para dar a conocer su estimación para el mes de mayo pero los elevados incrementos mensuales se verifican en todo el transcurso del presente año y, en el caso de la Capital Federal, sobresale que el incremento en el servicio eléctrico domiciliario llegara ya en febrero a nada menos que a 253% en su cotejo interanual. En cuanto al consumo de gas y agua hicieron lo propio en 195% y 300%, respectivamente; convirtiéndose en los factores convergentes más gravitantes para que la suba media del lapso enero/junio haya sido un “poco frecuente” 83%. En tales condiciones es obvio que el consumo ha sufrido en toda su intensidad el difícil momento.

¿Y la “lluvia de inversiones”?
No menos grave es la caída de la variable “inversión” pues es el sustento básico indispensable de todo proceso de crecimiento. El índice previsto como adecuado por el Banco Mundial para Argentina asciende a 24% del PBI, lo cual significa que debió haberse elevado a no menos de US$120 mil millones; sin embargo, los analistas coinciden que en el presente año no superarán la suma de US$49 mil millones; es decir, apenas 11,8% de aquél y sólo 40,83% del nivel requerido. Ello significa que siquiera se ha cubierto la parte de inversión identificada como de reposición; es decir, la consumida, agotada o destruida por cualquier causa en el curso del año respectivo. Como esta requería no menos de US$65 mil millones, resulta evidente que nuestra economía se ha descapitalizado. El anuncio muy anticipado de que en el año próximo se la elevará a US$122 mil millones no hace otra cosa que prometer para 2017 lo que se debió hacer en el presente ejercicio.
Las restricciones introducidas en las inversiones por el sector privado mientras esos capitales manejaban la empresa YPF explican la pérdida del autoabastecimiento energético hasta el punto de haber tenido que importar un equivalente a la cuarta parte del consumo. Recuperada la conducción estatal, la producción volvió a reactivarse pero para llegar al autoabastecimiento se requería seguir avanzando a similar ritmo de inversiones por un trienio más. En el presente año no se cumplió esa condición y esa situación provocará una demora equivalente al tiempo ya que lejos de incrementarse la inversión hubo mermas en ésta.

Indicadores y pronósticos privados
El incremento acumulado del nivel general de precios por menor del primer semestre fue de 24,3%, según el Instituto de Investigaciones Económicas de la CGT pero -si se considera el incremento interanual desde julio de 2015, llegó a 44,6%. Una familia tipo requiere disponer como mínimo de $12.389,45 en CABA para no caer en la zona de pobreza.
Se hace cada vez más evidente que desde diciembre de 2015, tal como argumenta la central obrera, los salarios que se han “acordado en las paritarias se quedaron cortos y necesariamente deberán corregirse con la herramienta que cada gremio considere”. Se estima que sólo en el primer semestre la pérdida salarial fue, según el gremio de que se trate, de entre ocho y 12 %, lo cual incide directamente en la caída del consumo de toda la población.
La consultora que lidera Orlando Ferreres estimó que los precios al consumidor tuvieron en el primer semestre de este año un incremento de 29,2% e interanual de 46,2% en los últimos doce meses hasta junio pasado inclusive. Debe tenerse muy en cuenta que, a medida en que avanza el año, en mediciones de esta naturaleza se van sustituyendo meses del año precedente por los últimos transcurridos, lo cual genera nuevos incrementos por tratarse de marcas superiores a la de los meses sustituidos. Numerosos analistas suponen que a fines de diciembre se acerquen o hasta superen el 50%. A su vez, el efecto de la sensible baja en las inversiones no se supera sólo volviéndolas al nivel mínimo “normal” pues para ello se deberían cubrir también el faltante anterior.
No se han publicado informes sobre la marcha en el cumplimiento de todas las obligaciones que corresponden a la Tesorería General de la Nación pero el hecho de que el directorio del BCRA resolviera girarle sin obligación de retorno 75% de las supuestas ganancias del ejercicio anterior, es decir, $110 mil millones, es un indicio de la magnitud que asume el desequilibrio acumulado de la Administración Central. A ello se debe sumar otros $50 mil millones en carácter de préstamos con plazos de reintegro dentro del año de concedidos en el corriente.
Tal situación no se reiterará pues hubo una pérdida de $53.789 millones ocasionada por la operatoria conocida como ventas de “dólares futuro” durante el período diciembre 2015-junio 2016 que han sido totalmente cancelados pero quitan posibilidades respecto a tales rubros y a ese inconveniente hay que adicionar la firme decisión de disminuir la liquidez con fines antiinflacionarios.
Por su parte, el equipo técnico del Fondo Monetario Internacional ha elaborado un informe que, por el momento, no elimina la “moción de censura” que pesa sobre nuestro país. La misión se concentró en sendas reuniones con los funcionarios del equipo económico-financiero y el flamante Indec, especialmente en aspectos metodológicos y el prolijo examen de la nueva generación de estadísticas, deteniéndose muy especialmente en inquirir sobre las causas de haberse duplicado el desequilibrio primario en el segundo trimestre frente al primero por el insuficiente incremento interanual de la recaudación tributaria.
En resumen, la opinión del FMI es poco optimista y trascendió que dejaron consejos ante la múltiples inquietudes que prevalecen en Brasil y las grandes limitaciones existentes en materia de exportaciones, así como el crecimiento de las importaciones fomentadas por la eliminación de las barreras arancelarias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Leé también

Más populares

¡Bienvenid@ de nuevo!

Iniciá sesión con tu usuario

Recuperar contraseña

Ingresá tu usuario o email para restablecer tu contraseña.

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?