Argentina promoverá la posibilidad de que se implemente una redistribución de los recursos que serán repartidos a todos los países a fines de agosto por medio de la ampliación de los Derechos Especiales de Giro (DEG), de modo que aquellas naciones que no los necesiten puedan repartirlos a otros Estados que sí lo requieran, incluidos los de ingresos medios.
Así lo indicó el Ministerio de Economía, un día después de que la Junta de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) votó a favor de repartir los 650.000 millones de dólares a sus países miembro.
Para la cartera que conduce Martín Guzmán, el criterio de distribución de los DEG responde a la cuota de participación de los países en el FMI y no a su necesidad, lo que deriva en que reciben más liquidez los países que menos lo requieren. Esto no contribuye a reducir desigualdades sino que profundiza las asimetrías entre los países”.
Esta situación hará que a fines de agosto, haya muchos países centrales que no necesiten los recursos, y podrían reasignarlos a otros países.
Hasta ahora, en la historia del FMI sólo se han reasignado DEG a países de ingresos bajos.
Sin embargo, el G20 trabaja en la creación de un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad con los aportes que no sean utilizados para luego destinarlos a los países que más lo necesiten.
Aprobación
Este lunes, la Junta de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una asignación general de derechos especiales de giro (DEG) por US$650.000 millones, que serán distribuidos el 23 de agosto.
“La asignación de DEG beneficiará a todos los miembros, abordará la necesidad mundial de reservas a largo plazo, generará confianza y fomentará la resiliencia y la estabilidad de la economía mundial. Ayudará particularmente a nuestros países más vulnerables que luchan por hacer frente al impacto de la crisis de covid-19 “, dijo la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
Según un comunicado del FMI, aproximadamente 275 mil millones de dólares de la nueva asignación se destinarán a los mercados emergentes y los países en desarrollo, incluidos los países de bajos ingresos.
La asignación general de DEG entrará en vigor el 23 de este mes y los nuevos fondos se acreditarán a los países miembros del FMI en proporción a sus cuotas existentes en el Fondo.
Dado que la Argentina posee 0,67% de la cuota del FMI le corresponderá recibir unos US$4.355 millones.
“Ésta es una decisión histórica: la mayor asignación de DEG en la historia del FMI. Continuaremos participando activamente con nuestra membresía para identificar opciones viables para la canalización voluntaria de DEG de los países miembros más ricos a los más pobres y vulnerables para apoyar la recuperación de la pandemia y lograr un crecimiento resistente y sostenible”, afirmó Georgieva.
La expectativa del Gobierno nacional es usar parte de esta asignación para cancelar al menos una porción de los compromisos con organismos internacionales.
En ese sentido, Argentina realizó el pago al FMI de la última cuota de intereses antes de que comiencen los pagos por el capital adeudado.