ESCUCHAREse polémico fondo se motorizó para compensar el insumo que llega a las panaderías. La Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras de la República Argentina sostiene que daña a las firmas del interior
Hace poco más de un año, mayo de 2022, Roberto Feletti renunció a la Secretaría de Comercio Interior en desacuerdo con la política de control de precios del Ministerio de Economía, a cargo por entonces de Martín Guzmán.
Antes, en marzo, había impulsado el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). Lo promocionó como un mecanismo para desacoplar los precios del mercado interno de la volatilidad internacional que presentan; sobre todo, después de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Las diputadas nacionales Marcela Campagnoli y Victoria Borrego y el legislador provincial Luciano Bugallo denunciaron la medida en Comodoro Py. Alegaron que ciertos molinos habrían sido beneficiados con la inyección de fondos del Estado nacional para disminuir el valor de mercado del insumo, sin cumplir con los requisitos de elegibilidad previstos para recibir desembolsos.
En tanto, expusieron que los beneficiarios del fideicomiso fueron las empresas Molinos Cañuelas Sactfia y Molinos Florencia SAU, ambas controladas por la Compañía Argentina de Granos SA.
Córdoba
Los denunciantes manifestaron que Molinos Cañuelas por entonces se encontraba en concurso preventivo de acreedores, en trámite ante el Juzgado Civil y Comercial de 6ª Nominación de Río Cuarto, Córdoba, y que su pasivo superaría $31.000 millones.
Según ellos, 80% del dinero abonado mediante el fideicomiso (unos $1.098.951.866,38) habría sido transferido a la cuenta corriente que Molinos Cañuelas tiene en el Banco Supervielle en detrimento de otros molinos, lo que generó un perjuicio económico en violación de las reglas de competencia.
En cuanto a la firma Molinos Florencia SAU, indicaron que también fue beneficiada con el desembolso de sumas millonarias.
Pesquisa
En junio, el fiscal federal Ramiro González impulsó ante el juez Ariel Lijo una pesquisa para determinar si hubo delito en la puesta en marcha del plan que implementó Feletti para intentar bajar el precio de la harina e influir en el costo de los productos que se fabrican con el insumo.
Entre otras cosas, pidió que se le reclamara a Comercio Interior la resolución en cuestión, las actuaciones anexas, el registro de beneficiarios y los comprobantes de transferencias bancarias.
También solicitó copia del expediente de Molinos Cañuelas para saber quiénes son sus acreedores y que se les pidiera a la Auditoría General de la Nación y a la Sindicatura General de la Nación que indicaran si realizaron informes sobre la creación e implementación del fideicomiso.
Julio de 2022
Al mes siguiente, Bugallo y Campagnoli ampliaron la denuncia contra Feletti por irregularidades en la administración de los subsidios. Incorporaron a su efímero relevo, Guillermo Hang, al entender que continuó con el mecanismo irregular de beneficios económicos a Molinos Cañuelas.
Además, solicitaron que la Justicia dictara una cautelar para detener el giro de fondos.
Pocas horas después de que trascendieron las novedades en el expediente, la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras de la República Argentina (Apymimra) emitió un comunicado en el que pedía que las nuevas autoridades económicas (en ese momento, Silvina Batakis y su secretario de Comercio Interior, Martín Pollera, quien duró días en el cargó y pasó al Banco Central) suspendieran la aplicación del FETA.
El grupo citó las denuncias penales por su implementación y aseveró que no cumplió su fin: bajar el precio del pan.
Según sostuvo la Apymimra en julio del año pasado, el fracaso de la estrategia de Feletti era “estrepitoso” y produjo un “desacople a la inversa” (merma el valor de la materia prima y escalada de derivados).
“La harina sigue la curva de precios del trigo. El precio del pan acompaña la curva de inflación y no baja, aunque descienda el precio de la harina”, razonó la asociación.
“Necesitamos encontrar maneras más efectivas para hacer frente a esta crisis sin afectar el funcionamiento de nuestras empresas, que son el principal sostén de muchas localidades del interior”, agregó.
Apymimra resaltó que las firmas que aceptaron participar del mecanismo (Cañuelas, Pehuajó, Molisud, Florencia, Morixe y Harinas Bajo Hondo) no estaban cobrando en tiempo y forma los desembolsos.
“Desde la creación del fondo se unieron sólo seis molinos. Además, las firmas más importantes se adhirieron al sistema con deudas millonarias y problemas financieros, cambiando las reglas del mercado en contra de los más de 150 molinos restantes”, disparó la asociación.
“Desde la creación del FETA, los molinos de Apymimra explicamos a los sucesivos secretarios de Comercio Interior, Feletti y Hang, por qué nos oponemos y pedimos que se suspenda”, recordó.
“Actualmente, varios de los argumentos que desarrollamos se están cumpliendo y eso ratifica la situación de riesgo para nuestra industria”, abundó.
“No podemos vender por debajo de nuestros costos y luego esperar el subsidio porque no tenemos margen económico. Tal como lo previmos, esa demora se concretó y sabemos que los molinos que están en el FETA no han recibido los pagos que les corresponden desde que se puso en marcha, en el mes de mayo”, añadió.
Soja
Recientemente, luego de que el Gobierno decidió sostener el FETA para subsidiar la harina 000 que llega a las panaderías con el destino de hasta 1,3% de lo recaudado con las retenciones a la soja, Apymimra volvió a manifestar su desacuerdo tanto con el FETA como con su continuidad hasta el próximo 31 de diciembre.
Arguye que el sistema daña las pymes del interior del país y que nunca contuvo en precio del pan.
Así, ratificó que hay mejores herramientas para asistir a los sectores más vulnerables.
Además, enfatizó que los pequeños molinos no tienen la estructura para sumarse a “fondos que demoran las compensaciones” porque se trata de una operatoria que “los liquida” y remarcó que hay demoras en los pagos.
