La Coordinadora de Productos Alimenticios planteó que la dinámica que impuso la última semana la Secretaría de Comercio “no es posible ni sostenible” sin entendimiento intersectorial
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), que reúne más de 30 cámaras, con una representación sectorial y federal que alcanza a más de 2.000 empresas, cuestionó los nuevos acuerdos de precios que impulsa el gobierno nacional, que implica una suba del 5% mensual, por 90 días, para 52.300 bienes.
En un comunicado, la Copal planteó que “la dinámica de control” impuesta en la última semana por la Secretaría de Comercio Interior “no es posible ni sostenible si no se da lugar al entendimiento y al diálogo intersectorial”.
“Pese a que la industria de alimentos y bebidas demostró siempre un firme compromiso al participar en distintos programas de gobierno y acuerdos voluntarios, tales como Precios Cuidados y ahora Precios Justos, la renovación bajo las condiciones pretendidas y sin mediar un espacio de intercambio no es viable”, sumó la entidad.
Además, indicó que el acuerdo se hizo “sobre la base de una serie de convocatorias en lo individual” a un conjunto de firmas y que debió acatar para continuar abasteciendo. “De ninguna manera funciona sobre bases firmes, menos aún sobre los principios de un acuerdo voluntario”, resaltó.
La Copal sostuvo que “pretender que la industria de alimentos y bebidas pueda absorber el impacto de la reciente devaluación es negar el marco de desequilibrios de costos y precios” que afecta al sector, al igual que al resto de la cadena de valor.
Recordó que sólo en las últimas tres semanas los principales costos de producción aumentaron, en promedio, entre 15% y 30%, frente al 5% de incremento de precios propuesto.
También resaltó que se proyectan paritarias por encima del 140%.
Política distorsiva
“Es evidente que la política distorsiva en materia inflacionaria vuelve a generar presión sobre la industria de alimentos y bebidas, que con mucho esfuerzo fue el único actor de la cadena de valor que absorbió el impacto de este flagelo, que lejos está de ser resuelto e impacta al conjunto de la sociedad”, agregó.
La Copal precisó que hay restricciones para el acceso y disponibilidad de materias primas, insumos, bienes intermedios y bienes finales, al no efectivizarse la aprobación y debido curso de las Sira y las Sirase.
Afirmó que eso se suma a los “descalces financieros” y a la deuda comercial fruto de los extensos plazos asignados para el acceso a divisas y el pago de importaciones.
“Todo esto pone en jaque las relaciones no solo comerciales, también las que se asocian en primer lugar a la producción”, apuntó.
En tanto, se refirió a la desaparición efectiva del “dólar agro” y argumentó que a raíz de la devaluación que llevó el dólar oficial mayorista a $350 los sectores exportadores adheridos al Programa Incremento exportador dejaron de acceder al tipo de cambio diferencial que se otorgaba porque el esquema quedó desactualizado.
En base todo lo que expuso en el documento que difundió, la coordinadora reclamó “de forma urgente” “un espacio de diálogo efectivo a las autoridades” que permita “acordar mecanismos que arbitren sobre las posibilidades ciertas para la producción”.
Cabe recordar que horas antes de que la Copal difundiera su comunicado, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) le envió una carta al Ministerio de Economía asegurando que las tres subas de 5% son “inviables” en un contexto en el que los costos aumentaron entre 15% y 32% en dos semanas.