El presidente oficializó el anuncio de un bono para vulnerables, planes de 30 cuotas para bienes durables y suba del mínimo de Ganancias. Insistió en que hay paritarias libres y que los sueldos deben ganarle a la inflación. Por su parte, Máximo Kirchner alertó por la deuda externa y reclamó “una suma fija que los saque (a los trabajadores) del ahogo al que están sometidas sus familias”.
El presidente Alberto Fernández confirmó que el Gobierno anunciará “en los próximos días” el otorgamiento de un bono para “llegar a los sectores más marginados y postergados” al tiempo que prepara una suba del mínimo no imponible de Ganancias y de planes en cuotas para la compra de bienes durables.
“Soy consciente de que algunos la están pasando mal”, dijo y anunció: “Vamos a entregar un bono para los sectores más vulnerables, a redoblar la inversión para los trabajadores de la economía popular, aumentar el piso del mínimo no imponible para Ganancias y poner marcha un plan de consumo masivo para promover la industria”.
Al mismo tiempo, aseguró estar preocupado por la suba de precios y recordó que “hay paritarias abiertas para que los salarios le sigan ganando a la inflación”.
Fernández habló ayer en el marco de la conmemoración de un nuevo aniversario del 17 de octubre de 1945, fecha emblemática para el peronismo por la irrupción del movimiento encabezado por Juan Domingo Perón.
En el mismo contexto pero en un acto llevado a cabo en Plaza de Mayo, el diputado Máximo Kirchner, referente de La Cámpora e hijo de la vicepresidente Cristina Fernández, salió a marcar diferencias con las políticas del presidente.
En esa línea, consideró que “el tema de la deuda no está solucionado y la curva de vencimientos que tiene nuestro país, para cualquier candidato que aspire a ser presidente y a gobernar, es un verdadero problema”.
Acto seguido, aseguró que “Argentina necesita un respiro, no necesita lecciones de economistas, de ideas obsoletas, arcaicas y que sólo benefician a unos pocos”.
Si bien previamente había fustigado duramente al ex presidente Mauricio Macri por contraer una deuda por 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), también pareció disparar contra la renegociación del pasivo del ex ministro de Economía, Martín Guzmán, e incluso contra las políticas que el organismo de crédito impone al país para refinanciar el préstamo.
En paralelo, consideró que “se necesita una suma fija que los saque (a los trabajadores) del ahogo al que están sometidas sus familias”.
La postura contrasta con la posición del FMI en el marco del plan de metas para que el Gobierno ajuste el gasto para achicar el déficit fiscal, objetivos que hasta ahora viene cumpliendo el ministro de Economía, Sergio Massa.
Máximo cerró el acto con un “saludo y el abrazo de la compañera Cristina” Fernández.
Las disidencias entre los integrantes de la coalición gobernante no son nuevas.
Sin embargo, la multiplicidad de actos en conmemoración del 17 de octubre pese al llamado de unidad del presidente, hoy titular del Partido Justicialista en el ámbito nacional, hacía presagiar discursos con pases de factura entre uno y otro sector.
De hecho, hubo reclamos de los integrantes de la CGT para con sectores de La Cámpora por el protagonismo a la hora de ocupar más y mejores cargos o candidaturas respecto a referentes de la “columna vertebral del movimiento obrero organizado”.
Con todo, el que mayor impacto podría tener en la marcha del Gobierno se vincula al distanciamiento cada vez más evidente entre el presidente Alberto Fernández y, ahora también en parte del ministro Massa, con la vicepresidenta Cristina Fernández.
Las diferencias, hace tres meses atrás, con el entonces ministro Martín Guzmán, terminaron por desencadenar la salida apresurada de quien renegociara la deuda argentina, con el consiguiente impacto en el mercado cambiario y la disparada de la inflación que en julio llegó al récord del 7,4%.
Contra Macri
Por lo demás, tanto Alberto Fernández como Máximo Kirchner coincidieron en cuestionar las políticas del ex presidente Macri y las eventuales chances de retorno al poder por parte de Juntos por el Cambio a partir del año próximo.
En el marco de la inauguración de la autopista Ezeiza-Cañuelas, el presidente aseguró que “el Día de la Lealtad es propiedad de todos los argentinos” y pidió “no claudicar en el ideario de Perón y Evita”.
“Hay 5.300 obras públicas en ejecución que llegan a cada rincón de la Argentina y que no distinguen entre ideologías porque lo que nos importa es el pueblo”, aseguró el jefe de Estado.
Fernández cuestionó al ex presidente Macri al comentar algunos párrafos de su último libro, Para qué, que será presentado esta semana en La Rural de Palermo.
El Presidente advirtió que las obras impulsadas por su Gobierno se realizan con precios “un 70% más bajos que los de la participación público-privada”, el formato de obra pública usado por Macri y aseguró: “Ese 70% se lo llevaban los amigos del poder de entonces”.
“Macri quiere terminar con el Estado, ponerle fin a la aerolínea de bandera, quiere terminar con nuestros ferrocarriles como ya lo hizo y dejó incomunicados a varios pueblos”, afirmó Fernández y advirtió: “Nunca podemos hacer una mejor sociedad restringiendo los derechos de los que viven en esa sociedad”.
En tanto, Máximo Kirchner calificó de “maleducado” al Macri y lo fustigó por “no estar a la altura de las circunstancias” y haber dejado una deuda de 44 mil millones de dólares con el FMI y otros 60 mil millones de dólares con los acreedores privados, “poniendo de rodillas” a la sociedad argentina y sin “cuidar sus bienes naturales”.