Un informe proyectó que en los próximos meses habrá un incremento moderado de los bienes como consecuencia de la estabilidad que se espera del tipo de cambio
El proceso desinflacionario iniciado en el segundo semestre del año pasado se afianzará a lo largo de 2017, según el informe semanal del Banco de la Ciudad de Buenos Aires.
La entidad se basó para su pronóstico en las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en las que el índice de precios minoristas experimentó un alza de 1,3 por ciento en enero, 0,4 puntos porcentuales por debajo del nivel esperado en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Este indicador también promedió una suba de 1,3 por ciento mensual en los últimos tres meses, sin contabilizar el efecto tarifas, y se ubicó en términos anualizados en 17,2 por ciento, nivel cercano al objetivo establecido por el BCRA para este año.
En tanto, el índice relevado por la Ciudad de Buenos Aires (Ipcba) reflejó una variación mensual de 1,9 por ciento, pero continuó la trayectoria descendente a nivel interanual, que se ubica en 38 por ciento, tres puntos porcentuales menos respecto a diciembre último.
Cabe recordar que el Indec y el índice de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mostraron cifras dispares para la inflación núcleo, ya que mientras que el organismo nacional registró una baja, el indicador porteño mostró una suba mayor a la esperada.
El subíndice “IPC-Núcleo” del Indec observó una variación mensual de 1,3 por, el valor mínimo desde la nueva publicación de la serie, en tanto el Ipcba tuvo una variación de dos por ciento.
La entidad apuntó que los precios con un alto componente estacional -con un alza de 1,6 por ciento según Indec y 1,7 por ciento el Ipcba-, fueron impulsados por incrementos en servicios vinculados al turismo y en frutas y verduras.
El inicio de las liquidaciones en indumentaria y calzado causaron la caída en el precio y contrarrestaron la escala inflacionaria.
En los próximos meses el informe proyectó que continuará la aceleración de los servicios y un incremento moderado de los bienes como consecuencia de la estabilidad que se espera del tipo de cambio.