La eliminación de los subsidios invernales disparará a partir del viernes aumentos tarifarios para los medianos y altos consumos residenciales de energía eléctrica y gas, que irán de 51 a 217%.
Es que desde el 1 de octubre volverán a regir las tarifas plenas de electricidad y gas que se aplicaron hasta el último día de mayo, cuando el Gobierno decidió reponer los subsidios transitorios para atemperar las subas superiores a 300% que había aprobado a fines de 2008.
En el servicio eléctrico, las subas por la quita de los subsidios afectarán a casi 900.000 hogares de todo el país que consumen más de 1.000 kW/h por bimestre.
Esa franja, que representa casi 10% del total de los usuarios residenciales, tendrá que afrontar ajustes que van de 51% a 217% respecto a las tarifas actuales.
Por el lado del servicio de gas, los ajustes tarifarios recaerán a nivel nacional sobre unos 2,3 millones de hogares, que representan casi 36% del sector residencial.
Para cada región del país se fijaron distintos “umbrales” de consumo a partir de los cuales entran a influir los aumentos.
En el sector eléctrico, los incrementos tarifarios, según los niveles de consumo bimestrales, serán los siguientes: entre 1.000 y 1.200 kWh, 51%; entre 1.200 y 1.400 kWh, 54%; entre 1.400 y 1.800 kWh, 105%; más de 1.800 kWh, 217%.
En el servicio de gas, las subas previstas, de acuerdo con los niveles de consumo, serán: entre 1.500 y 1.800 metros cúbicos anuales, 54%; más de 1.800 metros cúbicos anuales, 75%.
Pese a que las empresas eléctricas y gasíferas vienen reclamando desde hace varios meses una actualización tarifaria, los aumentos en juego no serán para ellas. Los mayores ingresos que facturarán a partir de octubre irán a parar a la Cammesa (la administradora del mercado eléctrico mayorista) y al polémico fondo que creó el Gobierno para pagar las importaciones de gas.