Ayer el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció la creación de una mesa tripartita entre productores, científicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Secretaría de Agricultura para seguir de cerca la crisis hídrica que afecta a la principal exportación del país. Una reducción de la producción cerealera y de oleaginosas, repercutiría en los despachos al exterior, estrechando la disponibilidad de divisas.
A todo esto, la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (Bcpbb) estimó una disminución del 1% en el área sembrada del maíz en relación a la superficie sembrada el año pasado. La conclusión surge de estudios del cultivo de tierras de la zona centro, específicamente en el oeste, suroeste, centro y sur de la provincia de Buenos Aires y diversos sectores de La Pampa, en donde se pasaría de 1.540.000 a 1.530.000 hectáreas.
Por lo pronto, los pronósticos climáticos mejoran al finalizar octubre para el norte de la provincia de Buenos Aires y parte de la Pampa Húmeda. El informe de la Bcpbb señala que “al 29 de octubre” habría “abundantes milimetrajes” de precipitaciones.
“De cumplirse las previsiones meteorológicas brindarían alivio a los cultivos de la cosecha fina que aún se encuentran en pie y mejorarían la humedad superficial y el almacenamiento de agua en el perfil de suelo en el inicio de la siembra de los granos gruesos”, indica.