Por Luz Saint Phat / [email protected]
Lo indicó un nuevo reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Además, la entidad aseguró que es clave fortalecer el financiamiento. Qué sectores son prioritarios en Argentina en materia de adaptación y mitigación.
Esto es clave si se tiene en cuenta los últimos fenómenos climáticos relacionados con las temperaturas récord que se registran en diferentes partes del mundo y los fenómenos meteorológicos extremos que se están registrando en diferentes puntos del planeta.
En esta ocasión, el debate de los referentes en distintas áreas gubernamentales y de las organizaciones dedicadas al cuidado del medioambiente se centra en realizar un balance sobre cuál es el progreso general en relación a lo establecido por el Acuerdo de París (el tratado climático firmado en 2015).
Al mismo tiempo, el objetivo de este nuevo encuentro es trazar un plan de acción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de forma drástica, con la meta final de proteger la vida en todo el planeta.
Vale señalar que el estrés térmico, según la ONU, describe una situación en la que resulta difícil realizar tareas laborales debido a las altas temperaturas, la humedad y/o la radiación solar. Esto afecta particularmente a las personas cuya labor se desempeña al aire libre.
Es por esto que la alerta de la Cepal se suma a los argumentos relacionados con la necesidad de desarrollar acciones de adaptación y mitigación de las consecuencias de los gases de efecto invernadero en el clima.
“El cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Durante años, la CEPAL ha analizado sus impactos en América Latina y el Caribe y ha encontrado que el costo de la inacción supera el costo de la acción, que estos impactos son no lineales, y exponenciales, y que el calentamiento global exacerbará los efectos negativos de los fenómenos meteorológicos extremos”, advirtió José Manuel Salazar-Xirinachs. secretario ejecutivo en la entidad, en su presentación realizada en el marco de la COP28.
El documento que se presentó en la cumbre se titula “Economía del cambio climático en América Latina y el Caribe 2023: Necesidades de financiamiento y herramientas de política para la transición hacia economías bajas en carbono y resilientes al clima” presenta, en detalle, las tendencias actuales de las emisiones de la región, los compromisos de acción climática y las estimaciones de inversión requerida para cumplir con las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (CNDs), además de establecer lineamientos a seguir en la búsqueda para alcanzar un desarrollo inclusivo, sostenible y justo para la región, según precisó un comunicado de la organización.
Fondeo
Entre otros puntos, el documento destacó la importancia del financiamiento en sectores económicos claves como el cambio del uso del suelo, la agricultura, la ganadería y la silvicultura. En América Latina y el Caribe estos segmentos de la actividad económica representan 58% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
No obstante, señaló la Cepal, “actualmente el financiamiento está dirigido principalmente a la mitigación en desmedro de la adaptación y las acciones transversales”. Específicamente, el reporte demuestra que en 2020, 89% del fondeo climático global estuvo destinado a la mitigación, 8% a la adaptación y sólo 3% a acciones transversales
“América Latina y el Caribe está profundamente comprometida con la acción climática: se fijó el objetivo de reducir emisiones entre 24% y el 29% para 2030, respecto a un escenario sin cambios. Pero para ello la tasa de descarbonización de la región (0,9%) tendría que ser cuatro veces más rápida”, advirtió Salazar-Xirinachs.
Aún así, los datos revelan que cumplir con estos compromisos de acción climática requiere una inversión de entre 3,7% y 4,9% del PIB regional por año hasta 2030.
“Por lo tanto, cerrar la brecha de financiamiento climático requiere aumentar la movilización de recursos nacionales e internacionales entre 7 y 10 veces”, señaló Salazar-Xirinachs.
Además, agregó que “la inversión en la acción climática puede reportar beneficios no solo medioambientales, sino también económicos y sociales, ya que los niveles de inversión y financiación de las medidas de mitigación y adaptación supondrán un importante impulso para el crecimiento, el empleo y el desarrollo social”.
En el país
Respecto del primer punto, un gráfico de la Cepal revela que la cantidad de días de ola de calor se incrementó 4.9 días en el período 2016-2020 en comparación con la medición realizada entre 1986 y 2015.
Por otro lado, actualmente, los sectores con mayor nivel de emisiones GEI en Argentina son el segmento de agricultura, forestación y otros usos de la tierra (40%), construcción (5%), energía (23%), industria (18%), y transporte (14%).
En tanto, los sectores que tiene mayor prioridad para ser destinatarios de estrategias de adaptación son el hídrico, la agricultura, la salud, la biodiversidad, áreas costeras y océanos, uso de la tierra y forestación, manejo del riesgo, bosques, infraestructura, ciudades y asentamiento urbanos, energía, turismo y transporte.
Finalmente, en materia de mitigación resulta clave el financiamiento en energía, uso de la tierra y forestación, transporte, agricultura, manejo de residuos, industria y bosques.