La inesperada, insólita e innecesaria reaparición del OTROSÍ

1. Qué era el OTROSÍ y para qué se usaba

Dice Escriche, Joaquín, en su Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia, París-México, Librería de Ch. Bouret, 1888, p. 1303, «Palabra muy usada en lo forense como adverbio y como sustantivo: como adverbio en lugar de además, demás de esto; y como sustantivo, para designar cada una de las peticiones o pretensiones que se ponen después de la principal«. Lo mismo dice el Diccionario de la Real Academia.
Interesa como sustantivo. En tiempos, ya bastante lejanos, en que solamente se escribía a mano y con máquina de escribir, si se terminaba un escrito y se había olvidado algún punto, para no rehacerlo luego de la firma se agregaba OTROSÍ DIGO, y si aun había ocurrido otro faltante, se usaba OTROSÍ MÁS DIGO.
Por cierto, desde la aparición de la computadora, con la facilidad que otorga para cualquier modificación, acudir a esos medios perdió todo sentido y utilidad, de modo que quedó en el cajón de los recuerdos.

2. Cómo se usa ahora

Sorpresivamente irrumpe con la forma más moderna y fácil de litigar: el expediente digital. ¿Para qué? Se ignora.

Partiendo de este ejemplo, tomado de la realidad:

JUICIO EJECUTIVO

«Sr/a. Juez:
***, constituyendo domicilio a los fines del presente juicio en ***, ante V.S. respetuosamente comparece y dice:

Que el/la compareciente es PATROCINANTE.
S/D
OTROSI DIGO:
DEMANDA EJECUTIVA»

Nada que ver con su uso original, pues en lugar de aparecer al final lo hace al principio, después de una suerte de diligencia, encabezando el escrito propiamente dicho.

3. Inutilidad

Es evidente que para nada coincide con lo que realmente es. Luego, por un lado se hace un uso incorrecto del castellano y, por otro, no cumple función alguna♦