Dentro de las nuevas posibilidades que abre la tecnología, se presenta como una de las áreas más atractivas en el mercado de trabajo del siglo. Cautiva a empresas, gobiernos e instituciones por su predicciones del futuro. Diferentes profesiones se lanzan a aprender
La ciencia de datos es una disciplina que se aplica en cada vez más áreas, desde el análisis de imágenes satelitales para el campo, la construcción de indicadores de eficiencia y rinde, hasta los modelos de retención de usuarios, la estimación de demanda y ventas, por mencionar sólo algunos ejemplos. Se trata de un perfil con mucha oferta y pocos profesionales, por lo que las empresas compiten por quedarse con los mejores.
En este contexto, incrementar las propuestas formativas se vuelve fundamental. “Hace tres años largamos la Diplomatura en Ciencia de Datos que es como se llama ahora a la tradicionalmente inteligencia artificial. Teníamos muchísima demanda del entorno socio-productivo, constantemente nos pedían gente formada y formaciones, y no dábamos abasto hasta que decidimos armar la diplomatura”. La que hace historia es Laura Alonso Alemany, doctora en Lingüística -con especialidad en Lingüística Computacional- , a cargo de la formación.
La iniciativa la impulsaron la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Famaf-UNC) y el Córdoba Technology Cluster (CTC). El objetivo: aumentar, dinamizar y dotar de los perfiles más requeridos de este campo al ecosistema socio-productivo-académico local. En pocas palabras, lo que hace la ciencia de datos son predicciones del futuro con base en comportamiento pasado y esto, sin dudas, ha crecido y mucho en los últimos años.
“La formación que brindamos es profesionalizante, no académica, y a partir del segundo año incorporamos el mentoreo. Los egresados del año anterior traen un problema y acompañan a los estudiantes a lo largo del año. Eso hace que se forme en liderazgo el estudiante del año anterior y que los estudiantes tengan más feedback sobre su trabajo. Tenemos proyectos sobre predecir los fallos en el sistema eléctrico, detección de diferentes tipos de pobreza en censos, cómo detectar grupos con diferentes características dentro de las poblaciones penitenciarias, hasta el resumen de lo que se había hablado en tuits generados alrededor de la votación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”, detalló Alonso Alemany a Comercio y Justicia.
La especialista celebró un dato alentador: en los tres años que lleva la formación se consiguió que, en Córdoba, profesionales de diferentes áreas puedan tomar las herramientas de la ciencia de datos e implementarlas en su trabajo. Desde agencias financieras y económicas que con esto pueden predecir riesgos crediticios y detectar fraude, hasta por qué camino llegar antes a La Falda o qué película ver esta noche.
La diplomatura prioriza la diversidad de personas dentro de la cohorte, que tiene 60 alumnos. “Hay economistas, ingenieros biomédicos, personas que trabajan en AFIP, Anses, Rentas, Agronomía, personas que están haciendo un doctorado. Seleccionamos de diferentes edades, provenientes de diferentes instituciones o empresas, estudiantes de grado y posgrado de cada una de las facultades y universidades que se presentan. Hemos tenido más de un 30% de mujeres”, subrayó quien lleva adelante esta especial formación, que es corta y se desarrolla en horario de fin de semana para ser aprovechada por profesionales que tiene otra ocupación a tiempo completo.
Desde su inicio en 2018, siempre tuvo más candidatos que vacantes. Cabe señalar que está pensada para quien sabe programar, con perfil técnico, es decir, apunta a aquella persona que puede implementar la solución informática que predice cosas.
Para Alonso Alemany, esta propuesta formativa en la provincia es “muy valiosa” porque permite incorporar investigación de punta en un formato digerible y proporciona herramientas que pueden implementar personas del entorno inmediato, de la región.
“Ahora hay muchos más datos disponibles y también hay mucha más capacidad de cálculo disponible. Esta diplomatura se hace en relación estrecha con el Centro de Cómputo de Alto Desempeño de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y los estudiantes aprenden a usar eso. Hay muchas cosas que los alumnos no pueden hacer en su propia computadora pero el mencionado Centro de Cómputos provee a cualquier persona el soporte, las grandes máquinas, para poder correr sistemas complejos que pueden predecir lo que se te ocurra”, concluye Alemany.
Sinergia entre la academia y la industria
La diplomatura cuenta con un cuerpo docente egresado de la Famaf, la mayoría de ellos trabaja en la industria. “Tenemos un cuerpo docente mixto, entre investigadores a tiempo completo y doctores que trabajan en la industria, licenciados que son referentes de la industria, otros freelance, y también materias optativas con gente que viene a hacer algo de su especialidad desde Villa María, del sur y otros lugares”.
La “nueva normalidad”
El día a día en el campo de la Ciencia de Datos en Córdoba también tuvo que adaptarse a la “nueva normalidad”. ¿Qué destaca en su trabajo cotidiano Alonso Alemany? “Estoy tratando de integrar las herramientas que aprendí a usar. Por ejemplo, normalizar más las reuniones virtuales y no tener tantos desplazamientos. Me gustó mucho que las reuniones virtuales nos obligaron a revisar las prácticas. Yo soy muy interrumpidora y esto me obligó a no serlo tanto. Y nos obligó a revisitar el respeto a la palabra del otro, los turnos, la escucha y a no ser tan gritones”.
La ciencia de datos usa técnicas avanzadas de análisis de datos para resolver problemas, aplicando matemática, estadística y lógica. A partir de ella existe la posibilidad de encontrar información relevante en esos datos, que le sirva a las empresas, gobiernos y organizaciones a tomar decisiones.