La Organización Panamericana de la Salud (OPS) aconsejó a los países de la región reabrir actividades cuando la transmisión y muertes por coronavirus estén en retroceso y la ocupación de camas en hospitales sea baja, además de contar con medidas de salud pública para detectar, rastrear y aislar nuevos casos y controlar nuevos brotes.
La directora de la OPS, Carissa F. Etienne, afirmó que los países que planean relajar las medidas de salud pública deben adoptar un enfoque escalonado basado en las condiciones locales y estar preparados para imponer nuevamente medidas preventivas si la situación epidemiológica cambia.
En una sesión con medios de comunicación, dijo que “la clave es pensar tanto a nivel nacional como local y basar las decisiones en los últimos datos y precisó que “cuanto más granular” sea la comprensión de dónde ataca el virus, “más dirigida” será la respuesta.
“Como estamos viendo, los países, estados y ciudades que no adoptan medidas preventivas o relajan las restricciones demasiado pronto pueden verse inundados de nuevos casos”, indicó Etienne.
Etienne advirtió que “el tiempo es crítico”, e insistió que a nivel nacional o local, se deben hacer aperturas graduales, con “un enfoque escalonado que se base en una sólida vigilancia, datos y una mayor capacidad de seguimiento de contactos y pruebas”.
La funcionaria añadió que si la situación cambia y las infecciones aumentan, las localidades y los países deben ajustar el rumbo rápidamente.