A pesar de la cosecha récord, los despachos al exterior del complejo sojero se retrajeron 26% en junio y el sector liquidó menos, presionando el tipo de cambio. Con nuevo dólar, habrá modificaciones
Por Javier De Pascuale – [email protected]
Pese a la mejora de los precios de exportación y la cosecha récord de cereales y oleaginosas, las exportaciones volvieron a registrar variaciones interanuales negativas en junio, con una caída de 2,6%, precisó la consultora Abeceb.
En cantidades, la caída fue de 3,5% interanual durante el mes pasado, con una merma acumulada de 6,9% interanual entre enero y junio.
“Este débil desempeño se relaciona casi exclusivamente con las menores ventas del complejo oleaginoso”, puntualizó la consultora, al explicar que la exportación de semillas y frutos oleaginosos obtuvieron caídas de -26,1% en junio; -17,2% en el acumulado a junio; grasas y aceites -10,5% en junio; -9,1% acumulado y residuos de la industria alimenticia, -22,3% en junio; -1,6% acumulado.
Abeceb explicó que “la caída en las ventas al exterior del agro en lo que va del año responde en parte a la elevada base de comparación del primer trimestre de 2016”; no obstante, la profundización de la caída en el segundo trimestre responde a factores coyunturales, que llevan a los productores a demorar la liquidación de su producción a la espera de mejores rendimientos.
“En particular, al aumento esperado de los precios, se sumaron las expectativas de depreciación del peso que finalmente se concretó en las últimas semanas”, añadió el informe.
Uno de los factores que explica este magro desempeño por el lado de las exportaciones es la mejora de las condiciones económicas de los productores durante esta campaña y el acceso al crédito en dólares, que otorgan margen para una mayor especulación.
De esta manera, la liquidación de divisas de los industriales oleaginosos y exportadores de cereales cerró el primer semestre 14% por debajo del mismo perí odo de 2016.
Sin embargo, el titular de la consultora, el economista Dante Sica, expresó ayer que hay un componente político que está detrás de la devaluación del peso observada en las últimas semanas. “El ruido preelectoral quizá está siendo algo más fuerte de lo esperado y quizá se adelantó algunas semanas”, destacó Sica, tras recordar que “ya se descontaba mayor volatilidad cambiaria en los meses previos a la elección, que terminó sumándose a eventos previos como el ‘efecto Temer’ en Brasil en mayo y la no recategorización de la Argentina al status de emergente”.
“Claramente vemos que lo que domina el escenario es la incertidumbre preelectoral. Desde principios de mayo el dólar viene subiendo por escalones. De 15 y pico a 16 y monedas pasó no por incertidumbre electoral sino por los factores mencionados anteriormente. Luego pasó los 17 y ahora se acerca a 18 (ya claramente en plena recta final a las Paso) en un contexto en que con mayor incertidumbre la demanda de divisas aumenta (con agentes buscando cobertura) y la oferta se retrae (los que vendían para hacer carrytrade venden menos) y los exportadores también liquidan menos de lo que normalmente liquidarían”, precisó el economista.
No obstante, la retracción en la liquidación de exportaciones de junio encontró su freno en las últimas tres semanas, gracias al aumento de precios internacionales y a la depreciación del tipo de cambio, que si se mantiene durante los meses venideros será “una señal positiva para las perspectivas de exportación del sector”, estimó ayer Abeceb.
Lo de fuera y lo de casa
La caída de los precios internacionales de commodities agropecuarias afectó en junio los envíos. Y el sector presionó fuertemente al dólar.
En las últimas tres semanas, coincidió “el afuera” y “el adentro”: mejoraron los precios y el dólar encontró un nuevo piso de cotización.
El nuevo tipo de cambio alienta las exportaciones, aunque tiene aún un componente político preelectoral difícil de discernir en volumen.