Teletrabajo: 85% de los empleados del Ministerio Finanzas ya opera a distancia

Sólo la Caja de Jubilaciones tiene 92% de sus agentes en home office. Sin embargo, en otras áreas -EPEC por ejemplo-, apenas 15% de los trabajadores está “fuera de oficina”. El dato, a febrero pasado, es una muestra de hasta dónde se extendió una modalidad que, en la Administración pública, debutó con la pandemia

El teletrabajo ya alcanza 85 por ciento de los empleados del Ministerio de Finanzas, una de las dependencias de la Provincia de Córdoba con más alto índice de esa modalidad de trabajo de la Administración pública. [privado]

Dentro de esa cartera, la Dirección de Inteligencia Fiscal tiene 98 por ciento de trabajadores bajo ese régimen, y la Caja de Jubilaciones alcanza 92 por ciento.

Los datos, a los que tuvo acceso Comercio y Justicia, aparecen reflejados en el informe sobre recursos humanos de Finanzas con fecha de corte al 28 de febrero pasado.

Se trata al fin y al cabo de los únicos datos oficiales disponibles. Este medio ya solicitó información respecto al resto de la Administración. Sin embargo, ese informe sólo estaría disponible en las próximas horas “en función de la alta disparidad de cada área de Gobierno”.

Es que, en definitiva, las estadísticas hablan sobre una de las tantas consecuencias de la pandemia y la posterior cuarentena, en este caso vinculadas con el trabajo.

Claro que la posibilidad de adoptar esa modalidad tiene limitaciones evidentes. De hecho, en una empresa como la EPEC, apenas 15 por ciento de los 3.200 trabajadores realiza tareas a distancia. Es lógico. Se trata de una dependencia que, por su actividad, requiere de una elevada presencialidad, por ejemplo en la reparación y tendido de líneas o atención de urgencias.

Sin embargo, según pudo conocer este medio, la empresa de energía podría tener mil trabajadores desempeñando funciones de manera remota, esto es el doble de los 500 que hoy lo hacen.

Sin datos oficiales pero con un razonamiento sencillo, es fácil suponer que dependencias como la Policía e incluso el área de Salud tienen pocas chances de ir hacia esa modalidad. Sí en los casos de tareas administrativas pero decididamente no para las tareas “de campo”, que tienen como condición necesaria la presencialidad.

Pero entre esos extremos y el de la Dirección de Inteligencia Fiscal que tiene 98 por ciento de sus 133 empleados trabajando a distancia, hay matices.

Las posibilidades son muy amplias, sólo hay que adecuar los mecanismos para ir en esa dirección.

Finanzas aún no tiene una cuantificación certera del “ahorro” que genera el teletrabajo.Sin embargo, si se cumpliere la nueva ley que lo regula, el empleador debería proveer al trabajador los elementos para poder brindar tareas y reconocer los gastos extras que demanden.

Para que eso ocurra, el empleado debería notificar al empleador su decisión de pasar a desempeñar labores a distancia, como parte del proceso que prevé la norma.

No fue éste el caso. En rigor, empujados por la cuarentena estricta, tanto el sector público como el privado debieron acomodarse a la nueva realidad e impulsar el trabajo a distancia.

Datos laborales

129.471 pesos es el sueldo promedio de los agentes. 26% fue el ausentismo en 2021, hasta febrero pasado (incluye vacaciones). 40% tiene título universitario. 1.907 son los empleados de Finanzas, 308 menos que en 2016. Datos sobre edad, tipo de contrato, género y estudios también forman parte del relevamiento en el Ministerio de Finanzas.

Claro que para entender el elevado porcentaje de empleados que en Finanzas están bajo esa modalidad, también hay que analizar el proceso previo que llevó a cabo ese ministerio: el fuerte avance de la digitalización en diferentes áreas. Puesto en términos prácticos, la dependencia ya había preparado el terreno para que, llegado el caso, el home office pudiese realizarse sin mayor complicación.

En la prepandemia, no existía esa modalidad de empleo en la Administración pública. Finanzas comenzó a medir ese punto en la encuesta de recursos humanos que publicó en agosto pasado. Entonces, ya 78 por ciento de los empleados se encontraba trabajando desde su domicilio.

Desde esa época, el porcentaje subió a 85 por ciento en el último reporte.

En cuanto a las reparticiones, a de la Dirección de Inteligencia Fiscal y su 98 por ciento, le sigue la Caja de Jubilaciones con 92 por ciento de los 233 empleados bajo esa modalidad; Rentas con 90 por ciento de los 484 agentes; la sede central de Finanzas con 89 por ciento; Personas Jurídicas,l 88 por ciento; Catastro, 87 por ciento, y más atrás el Registro de la Propiedad, con 68 por ciento y el Registro Civil con el 61 por ciento.

Encuesta

El Ministerio de Finanzas publicó a fines del año pasado una encuesta realizada entre sus empleados, incluidos los de la empresa Kolektor, vinculada con el teletrabajo pero también con otras condiciones laborales.

El relevamiento, que obtuvo 1.476 respuestas, mostró que 97 por ciento de los encuestados realizó algún tipo de tareas a distancia. Ese dato no implica que todos los empleados se desempeñen bajo esa modalidad. De hecho, sólo entre quienes respondieron la encuesta.

Entre quienes teletrabajaron, 39 por ciento dijo que se adaptó a esa modalidad sin problemas, 43 por ciento aseguró que le costó “poco adaptarse” y el 18 por ciento restante, que le costó “mucho”.

Por género, fueron más las mujeres que los hombres quienes dijeron que les costó adaptarse, mientras que por rango etario, los más jóvenes tuvieron menos problemas para implementar el home office.

Respecto a las ventajas que destacaron, 72 por ciento dijo que ahorra tiempo y dinero para llegar al trabajo, 58 por ciento que le da autonomía para organizarse, 53 por ciento que le permite mayor cercanía con su familia y 18 por ciento que le da la posibilidad de realizar trámites en horario laboral.

Además, la encuesta indagó sobre otros puntos, entre ellos las desventajas del régimen.

Para 51 por ciento, la principal son los costos adicionales que genera (conectividad, etcétera); y 50 por ciento dijo que le cuesta desconectarse y establecer límites laborales.

En paralelo, 46 por ciento aseguró que le genera problemas de interacción social en su vida diaria. Asimismo, 38 por ciento indicó que trabaja más horas que antes y 33 por ciento consideró que no tiene el equipamiento adecuado, como principales desventajas.

También mencionaron la mala comunicación en esta modalidad, las dificultades para conciliar teletrabajo con vida familiar y problemas de salud por no establecer límites.

A la par, otros de los resultados del relevamiento señalan que 66 por ciento dice tener mayor responsabilidades que antes; 50 por ciento dijo sentirse más sobrecargado y 66 por ciento aseguró rendir más bajo esta modalidad. [/privado]