Señalan que hacer ayunar a la paciente le causó graves lesiones

El tribunal anuló la sentencia de primera instancia al admitir como prueba la declaración testimonial de familiares, al no haber presentado en juicio el Hospital Córdoba y la Provincia la historia clínica completa de la accionante [privado] Ante la ausencia de prueba de que el Hospital Córdoba obró con la diligencia y los testimonios que –aún provenientes de parientes cercanos- indican todo lo contrario, que esas lesiones producidas a la víctima durante su internación guardan relación causal con el incumplimiento de su deber de seguridad, la Cámara 3ª Civil y Comercial revocó la sentencia que rechazó la demanda y responsabilizó al Superior Gobierno de la Provincia, ya que la accionante fue ingresada con várices para ser operada, pero sin lesiones, y fue dada de alta sin practicarle la operación y con graves lesiones por haber pasado un largo período en ayunas mientras aguardaba la cirugía. Los jueces Guillermo Barrera Buteler, Beatriz Mansilla de Mosquera y Ricardo Javier Belmaña afirmaron que “la postura defensiva de la accionada se ha basado en una negativa de todos y cada uno de los hechos”, observando que “esa negativa se contradice con afirmaciones que hace el mismo representante del Estado al contestar agravios en esta sede, cuando da implícitamente por cierto que la actora estuvo efectivamente”, y que “la representación del Estado dice que ‘la Sra. Lucero cuando salió de alta, firmó de puño y letra que se iba de alta sin condicionamientos físicos y que había sido atendida correctamente, no teniendo nada que reclamar’”. De ello se infirió que “si salió de alta, es porque estuvo internada”, por lo que “el conocimiento acabado que tiene la defensa del Estado del contenido de un documento que no está agregado en autos y que la actora, si bien admite haberlo firmado, no ha expresado qué decía, porque firmó sin saber leer, me inclina decididamente a pensar que la parte demandada cuenta con elementos de juicio que no ha aportado a la causa y que sus manifestaciones deben tenerse como una confesión de que aquella internación efectivamente existió” y agregando que “sin embargo, a partir de aquí ya no hay registro documental alguno de lo ocurrido, porque la copia arrimada por la actora no incluye ningún asiento de circunstancias acaecidas durante la internación”. Derechos El fallo destacó que “la Ley 26.529 sobre Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud define a la historia clínica como el documento obligatorio cronológico, foliado y completo en el que conste toda actuación realizada al paciente por profesionales y auxiliares de la salud” y la declara “inviolable en el art. 18 que, además que “los establecimientos asistenciales públicos o privados (…) tienen a su cargo su guarda y custodia, asumiendo el carácter de depositarios de aquélla”, relacionando que el establecimiento asistencial público “admite haber entregado a terceros su historia clínica y ese incumplimiento de sus deberes elementales basta para generar una presunción en contra del establecimiento incumplidor respecto de los hechos acaecidos durante el período de internación de la accionante en el nosocomio”. El tribunal sostuvo que “los argumentos expuestos bastan para revertir el criterio del tribunal de primer grado que considera prueba insuficiente de cómo acontecieron los hechos que provocaron la lesión que sufrió la actora a los testimonios de sus familiares directos”, argumentando que “en base a esas declaraciones testimoniales tengo por cierto que estando la actora internada para la referida operación de várices previamente programada, el día 25 de septiembre de 2003 le informan que sería intervenida al día siguiente y que ingresaría a quirófano entre las 5 y 6 de la mañana, por lo que se le retiró todo alimento”. Razones La Cámara tuvo por cierto “que el día 26, por razones que se desconocen, la actora no fue ingresada a quirófano en el horario programado, pero se la mantuvo en ayunas y sin suero para poder ingresarla en cuanto fuera posible”, y que “estuvo en ese estado hasta las 19 hs. de ese día cuando, acompañada por la testigo Claudia Paola Funes fue hasta el baño y, luego de apoyarse en la mesada, cayó desmayada”, como además que “fue asistida por dos practicantes que le suministraron agua con azúcar, la sentaron en una silla de ruedas le aplicaron hielo y la llevaron para tomar unas placas, pero a pesar de los insistentes reclamos de su esposo e hija no logró que la viera un médico hasta el día siguiente, o sea el 27 de septiembre, cuando fue dada de alta porque así no la iban a operar”, de manera que “le hacen firmar algo a ella y no lo dejaron a él entrar a ver qué era” antes de darle el alta”. Autos: “LUCERO, MANUELA HERMINIA C/ SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE CORDOBA – ORDINARIO - DAÑOS Y PERJ.- OTRAS FORMAS DE RESPONS. EXTRACONTRACTUAL, EXPTE. 5269363” [/privado]

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