ESCUCHARSi bien a los dirigentes sectoriales les parece “lógico” el reclamo de los trabajadores, admiten que también habrá acomodamiento de precios de manera trimestral.
La propuesta lanzada por la CGT opositora, avalada por gran cantidad de dirigentes sindicales cordobeses, de impulsar negociaciones trimestrales de cara a las próximas paritarias, no sorprendió a dirigentes de cámaras empresariales locales. Al igual que Irina Santesteban, titular de la Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial, los empresarios consideraron que es un reclamo que “tiene lógica en función de lo que pasa con la inflación”. Sin embargo, advirtieron de la posible espiralización de la inflación.
“El pedido de partitarias trimestrales es consecuencia de la inflación que tenemos”, admitió a Comercio y Justicia Rubén Martos, presidente de la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom).
“El problema es que los precios también van a tender a acomodarse cada tres meses y se va a generar una escalada difícil de parar”, agregó.
En el mismo sentido se expresó Mario Butiliengo, titular de la Cámara de la Construcción, quien no dudó en calificar de “locura” la iniciativa. “No se van a poder parar los precios”, dijo el empresario, al tiempo que admitió que “cualquier relevamiento de precios no resulta con un indicador menor a 28% de suba en 2013, por lo que es lógico que los asalariados fijen un piso de 30% para el próximo reclamo”.
Más específico, Norberto Delfino, titular de la Cámara de Comercio Exterior, explicó a este medio que una negociación salarial trimestral “le quitaría previsibilidad a un proyecto -como mínimo- anual de costos. No tener la certidumbre de cuál va a ser el costo laboral de una empresa en 90 días es, sin dudas, un elemento que complica enormemente la planificación”.
Por ese motivo, consideró poco “razonable” que un país tenga cuatro paritarias anuales. “Generaría un clima de incertidumbre respecto de la competitividad. Estamos acostumbrados a escuchar y a hablar todos los días sobre aumentos de precios y buscarle medidas paliativas, cuando en realidad lo que hay que hacer es actuar sobre las causas y encarar de fondo el problema. Es necesario reconocerla y atacarla”, agregó Delfino.
Consecuencias, no causas
“Sea como fuere la negociación, siempre el que pierde es el asalariado”, reconoció Martos, al admitir que si las paritarias se vuelven trimestrales, los empresarios van a buscar cubrirse de esos aumentos y se van a generar incrementos en los precios. “Si yo tengo que aumentar 30% los salarios, voy a aumentar 30% los precios, que terminará pagando el consumidor, o sea un asalariado, que verá cómo pierde poder adquisitivo al poco tiempo”, dijo. “La cuestión pasa por ver cómo se para la inflación y atacarla”, añadió.
En ese sentido, reconoció que a las industrias y a las empresas que exportan “les va a ser muy complicado. Esas empresas no tienen cómo cubrirse de una situación semejante. Corren el riego de quedarse fuera de mercado”.
Delfino, por su parte, explicó que en materia de comercio exterior puede ser un escenario muy complejo. “Muchas veces se asumen compromisos de planificación anual o bianual, pienso por ejemplo en la producción de las autopartistas para grandes empresas. Las negociaciones trimestrales generarían una incertidumbre difícil de afrontar”.
Reclamo nacional
Cabe recordar que la demanda de negociaciones trimestrales fue una propuesta lanzada por el titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) nacional, Ricardo Pignanelli, quien había expresado que la mejor medida sería discutir los salarios «dos o tres veces al año o directamente en forma trimestral». La “pelota fue recogida” en Córdoba por representantes de los trabajadores de diversos sectores y planteadas a este medio, que las reflejó en la edición del miércoles.
