Se quemaron 8.530 millones de toneladas de este combustible fósil. China, India e Indonesia encabezaron el ranking. En contrapartida, su uso disminuyó de manera significativa en Europa
El consumo de carbón en el mundo alcanzó un récord en 2023, después de que se quemaran 8.530 millones de toneladas de este combustible fósil, según informó la Agencia Internacional de la Energía (AIE) después del cierre de la cumbre de Naciones Unidas COP28, que marcó la ruta a una “transición” para el abandono progresivo de este tipo de energías.
A pesar de que los países participantes en la conferencia del clima de la ONU en Dubai se comprometieron a un abandono progresivo de las energías fósiles, este año se batió el récord que ya se había registrado en 2022, según el informe de la AIE.
Estas cifras coinciden en que este año “con casi toda certeza” superará el 2016 como el más cálido, alertó el observatorio europeo Copernicus a principios de noviembre, reseñó la agencia de noticias AFP.
La combustión de carbón, tanto para producir energía como para hacer funcionar la industria, es responsable de buena parte de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El consumo de carbón detectado este año supone un enorme revés para los esfuerzos para reducir el calentamiento global, ya que la quema de carbón es la principal fuente de dióxido de carbono del mundo, el gas que más contribuye a calentar el planeta.
El uso récord de carbón también significa un fuerte retroceso con respecto a los avances logrados hasta 2020, año en el que se había llegado a una importante merma en el consumo.
Esa caída del 4,4% interanual registrada hace dos años había llevado a muchos a ilusionarse con que esta problemática fuente de energía estaba siendo reemplazada por recursos más limpios.
Con China a la cabeza
La AIE destacó la tendencia al alza de su consumo en China, donde aumentó en 220 millones de toneladas (4,9%) respecto del año pasado, y en India, con un incremento de 98 millones (8%).
También se quemaron 23 millones de toneladas más en Indonesia, lo que representó un aumento de 11%, según el informe. En cambio, su uso disminuyó de manera significativa en Europa, con 107 millones de toneladas menos (-23%), y en Estados Unidos, con una reducción de 95 millones de toneladas (-21%).
El cierre de las centrales de carbón y el menor peso de la industria favorecieron esa tendencia en ambos lugares. En Alemania, por ejemplo, la mayoría de las centrales deberían cerrar durante los tres próximos años y ser sustituidas por plantas eólicas o solares.
Francia quiere cerrar su última central eléctrica alimentada con carbón “en 2027”.
La AIE reconoce la dificultad de hacer previsiones certeras sobre Rusia, cuarto consumidor mundial de carbón, debido a la guerra de Ucrania.
Un largo camino por recorrer
Actualmente 80% de la energía que utilizamos todavía proviene de los combustibles fósiles. Reducir estos números es el desafío de la próxima revolución energética.
La energía eólica y solar, las dos grandes esperanzas para un futuro energético limpio, han ido creciendo rápidamente. En 2022 ambas representaron alrededor del 12% de la electricidad generada, frente a prácticamente nada hace apenas unas décadas, según las cifras de la AIE.
Pero la mayor parte de la electricidad (el 70% del total) todavía se genera a partir de carbón, petróleo y gas.
Y la electricidad representa sólo una quinta parte del consumo total de energía del mundo.
Por tanto, la energía eólica y solar en realidad sólo son responsables de alrededor del 2% del suministro energético mundial.
La electricidad renovable es ahora más barata que la obtenida a partir de los combustibles fósiles, por lo que la transición permitirá ahorrar dinero. Sin embargo, con las energías renovables los grandes costos son iniciales, cuando se instalan los paneles solares o las turbinas eólicas.
Los ahorros se obtienen luego debido a que el combustible (sol y viento) es gratuito. Esos costos iniciales son un problema para los países más pobres.
Caso paradigmático
El panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, IPCC, afirma en su último informe que el mundo debe eliminar el carbón por completo para 2050 con el fin de limitar el calentamiento a 1,5 °C.
China es un caso complejo. Quema la mitad de la producción mundial de carbón o más probable es que no cumpla con los objetivos sobre energía limpia de 2025. Su dependencia de la energía generada por el carbón es altísima.