ESCUCHAREl colectivo de organizaciones y vecinos autoconvocados del Valle de Paravachasca, difundieron un comunicado donde advierten sobre la expoliación de los territorios para autovías y desarrollo inmobiliario. «Luego de las audiencias públicas convocadas para los proyectos de las variantes de la Ruta 38 y la Ruta 5 y el posterior otorgamiento de las licencias ambientales por parte de la Secretaria de Ambiente, se endurecen los avances mineros y los loteos sobre nuestras sierras, afectando áreas de alto y mediano valor de conservación y áreas frecuentemente afectadas por incendios», advirtieron en un documento difundido esta mañana.
En este sentido indicaron que sólo para el mes de octubre del presente año, en el Valle de Paravachasca se convoca a audiencia pública para la Cantera Las 4 A, en Valle de Calamuchita para la Cantera Lourdes y para la Cantera Los Cocos, y un poco más al sur para la Cantera Gino. Todas ubicadas en áreas de alto y mediano valor de conservación, por lo cual se ven obligados a solicitar la licencia ambiental a la Secretaría de Ambiente. «Con esto se quiere señalar que son muchas más las canteras que se están reactivando, pero que quizá pudieron sortear el trámite o se encuentran habilitadas previas al año 2010. Asimismo, estas canteras se encuentran en territorios frecuentemente incendiados, lo que acompaña la lógica de fragmentación y despojo de nuestras Sierras mediante la utilización del fuego», mencionaron desde la Asamblea.
En los últimos 10 años se perdió el 24% de las especies nativas de los bosques de Córdoba. Sólo en 2020 se degradaron en manos del fuego más de 182.724 hectáreas de bosques legalmente protegidos en el marco de la ley provincial 9814 de ordenamiento territorial de los bosques nativos (OTBN). A pesar de que es amplia la legislación vigente que los protege, la mayoría de las veces esto habilitaría en los territorios la posibilidad de cambios de uso del suelo, es decir la posibilidad de ocupar monte degradado para autovías, emprendimientos desarrollistas, minería, mega granjas porcinas, entre otras actividades extractivistas y de gran impacto territorial.
En el caso de la convocatoria de audiencia pública para la explotación de la “Cantera Las 4 A”, ubicada en el sector de Valle de Buena Esperanza, en la pedanía serrana de Alta Gracia -“área protegida” denominada “Zona 40” de protección ambiental- está destinada a la explotación de calizas a cielo abierto y cuyo propietario sería Adolfo Aldo LÓPEZ. Este proyecto minero en Valle de Buena Esperanza se suma a las canteras actuales donde ya las vecinas y vecinos vienen denunciando sin respuestas el acrecentamiento de enfermedades respiratorias debido a la inhalación prolongada de polvo de rocas, detonaciones con explosivos de gran magnitud utilizados en la planta trituradora y el constante tránsito de camiones de gran porte. «Además, en este sector, por modificación del radio municipal (LEY 9.949, CÓRDOBA, Mayo de 2011) pertenece al ejido de Alta Gracia desde el año 2011 y constituye el área con mayor valor natural, ecológico y de referencia territorial, ya que conforma el faldeo oriental de las Sierras Chicas. Desde el orden jurídico municipal, el Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial (POUT) de Alta Gracia la incorpora como zona 40: “Área de Protección ambiental”; y la define como ámbitos territoriales que por sus características histórico-culturales, urbano arquitectónicas, morfológicas, tipológicas, paisajísticas y ambientales requieren un tratamiento especial a fin de proteger y preservar dicha identidad», describieron en el comunicado.
En el comunicado indagan también sobre el impacto que tendría este tipo de emprendimientos mineros y su impacto ambiental, turístico y social en las localidades de las Sierras de la Provincia de Córdoba. «De esta manera, el bosque nativo, las fuentes de agua, los sistemas de montaña, el suelo, los habitantes y todo tipo de vida que forma parte del territorio, son constantemente amenazados de fragmentación, despojo y deterioro irreversible. El modelo extractivista nacional y toda la lógica e infraestructura que de sus intereses/necesidades se desprenden -autovías, desarrollismo inmobiliario, acueductos, minería, mega granjas porcinas, presionan de manera creciente y sin ningún tipo de control gubernamental ni ordenamiento territorial participativo sobre los valles de Córdoba», denunciaron.
