Un joven fue condenado a cuatro años y medio de prisión de cumplimiento efectivo por haber ultimado de un escopetazo a un amigo al confundirlo con un ladrón, en la localidad bonaerense de San Vicente.
El Tribunal Oral Criminal 4 de La Plata responsabilizó a Johnatan Iriarte por el homicidio culposo de Julián Fernández.
El hecho ocurrió en 2005, cuando los jóvenes se encontraban dentro de una propiedad rural viendo televisión. En esa circunstancia, la víctima salió y el condenado, al escuchar ruidos, realizó un disparo disuasivo porque creyó que un delincuente había ingresado al campo. Sin embargo, el disparo mató a su amigo.
“Por circunstancias del momento, Iriarte hirió a Fernández, violando todo deber de cuidado, por su negligente e imperito accionar”, señaló el fallo.
La sentencia fue firmada en concordancia por los jueces Gloria Berzosa y Juan Bruni, mientras que el vocal Emir Caputo Tártara opinó que la pena debía ser de 10 años y medio, al valorar que hubo dolo de matar por parte del imputado.
El magistrado argumentó que las objetivas circunstancias de la causa así lo indicaban, “con prescindencia de las erráticas y engañosas apreciaciones del autor”, opinando que debía ser condenado por el delito de homicidio simple con dolo eventual.